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!!BIENBENIDOS!!!

El Ministerio Cristiano Israel nace en el corazón de Dios hace algun tiempo despertando una necesidad tremenda en el estudio de la palabra, con mis comienzos en el estudio de la palabra a los 18 años de edad. Desde entonces he tenido un vivo deceo de llevar la palabra de Dios a las naciones.

Hoy quiero invitarte a conocer profundamente el mensaje de nuestro Señor a las naciones como así también profundizar tus conocimientos sobre su vida, persona, poder, magnificencia, reino, Amor, fidelidad, misericordia, etc... Aquí podrás conocer la historia de Israel en sus comienzos en el A.T como también en el N.T el proceso del nuevo pacto que nos permitio acceder a sus promesas.

Espero que sea una fuente rica para el conocimiento verdadero de sus verdad.

"EL TEMOR DEL SEÑOR ES EL PRINCIPIO DEL CONOCIMIENTO; LOS NECIOS DESPRESIAN LA SABIDURIA Y LA DISCIPLINA". PROVERVIOS CAP 1:7.

Filipenses Cap 2:12-30

Filipenses 2:12-30
2:12 -- "Por tanto", recordando el ejemplo de la humildad y obediencia de Cristo y luego contemplando su exaltación y gloria.
-- "como siempre habéis obedecido" "la doctrina que vosotros habéis aprendido" (Rom. 16:17); al evangelio (Rom. 10:16; 2 Tes. 1:8); "la enseñanza que recibisteis de nosotros ... a lo que decimos por medio de esta carta" (2 Tes. 3:6,14).
-- "no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia". Los filipenses amaban y respetaban a Pablo. Estando él con ellos les era más fácil ser obedientes. La presencia de Pablo les daba mucha fuerza y aliento. Tal vez había peligro de que ellos dependieran demasiado de la presencia de Pablo (véase 1:27 también), pero ahora él no solamente no podía estar físicamente con ellos en Filipos como él quisiera, sino que tampoco podía estar seguro de la vida misma. Vivía cada día con el pensamiento de que pudiera "partir" (ser ejecutado) en cualquier momento. El emperador Nerón era un hombre muy caprichoso, y sin aviso podía terminar para siempre el ministerio personal de Pablo aquí en la tierra. Era indispensable, pues, que la fe de los filipenses estuviera firmemente puesta en Cristo, y no en Pablo.
En la actualidad muchos hermanos (hasta congregaciones enteras) dependen demasiado de sus "predicadores locales" ("predicadores de planta"), y al salir estos (sea para evangelizar en otra parte, o que dejen de predicar) muchos miembros no siguen tan activos como antes. El número de los que asisten a las reuniones disminuye, como también la ofrenda. Algunas actividades de la congregación se suspenden hasta que el predicador regrese, o hasta que se consiga el servicio de otro "predicador de planta".
Hay muchas congregaciones que parecen ser "fuertes" (tienen muy buena asistencia, buena ofrenda y mucho aliento), pero ¿qué tan fuertes serían sin "predicador de planta"? La verdadera fuerza de una iglesia es la fuerza que tiene sin predicador. Los predicadores son evangelistas; no son "pastores" para visitar cada semana a los miembros, llevándolos en sus brazos, para que no dejen de asistir. Los predicadores tienen que evangelizar donde el Señor abra puertas. Deben llevar el evangelio a campos nuevos, establecer nuevas congregaciones y ayudar a confirmarlas, y preparar más obreros.
Los predicadores que sólo quieren ser "ministros locales" son más bien "pastores"; aunque no quieran usar el nombre, es lo que son en la práctica. Estos tienen a la congregación donde predican bien dependientes de ellos. Tales iglesias nunca maduran, y sin su "predicador local" mueren. La congregación que no quiere que "su predicador" salga para evangelizar en otros campos indica que es débil y dependiente, y que solamente tiene fuerza cuando esté el predicador. En su ausencia se debilita aun más, pierde miembros, baja la ofrenda y todo queda en decaimiento. Tal decrecimiento indica falta de madurez, falta de desarrollo, entre los miembros de la iglesia. Los miembros de la iglesia deben ser fieles, fuertes, activos y responsables si les ayuda algún predicador o si están solos. Si son fieles y activos solamente cuando hay predicador entre ellos, entonces están complaciendo (¿sirviendo?) al predicador y no a Cristo. Cristo siempre está entre ellos si son fieles. Los cristianos deben aprender a poner toda su confianza en Dios, y no en los hombres. Aun los predicadores más "grandes", de más renombre, pueden caer. ¿Qué pasa entonces con la fe de los que confían en ellos?
Este punto es importante. Pable se refiere a ello primero en 1:27, "Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio". Todo evangelista debe hacer todo lo posible por enseñar y confirmar a cada miembro de la iglesia para que éste siempre esté firme en Cristo aunque se vea obligado a estar solo durante toda la vida. En verdad estará firme si su fe está en Cristo, y no en algún predicador u otra persona.
-- "ocupaos en vuestra salvación". "Ocupar, katergazomai, una forma enfática de ergazomai, trabajar, producir, llevar a cabo, con kata, abajo, utilizado intensivamente, se traduce 'ocupaos' en Fil 2:12 ... dicho de 'vuestra salvación'" (Vine). Santiago (2:24) dice clara y enfáticamente que "el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe". Pablo dice (Gál. 5:4) que lo que "vale" es "la fe que obra por el amor", y en esta carta a los filipenses (3:1-13) enseña que debemos proseguir hacia la meta. La carta a los Hebreos (2:3; 3:12; 4:1, etcétera) habla claramente del peligro de descuidar la salvación. Dice 2 Ped. 1:5-7, "vosotros también, poniendo diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor" para ser participantes de la naturaleza divina (ver. 4).
Dice Pablo, "vuestra" salvación -- vuestra propia salvación -- porque era de ellos y ellos mismos tenían que obrarla, efectuarla, llevarla a cabo. El hombre no puede proveer la salvación -- no puede proveer un salvador -- pero puede y debe hacer su parte para aceptarla y de esa manera hacerla una realidad. Pablo no dice "la salvación de Dios", sino "vuestra salvación". Dice Pablo, "He peleado", "he acabado" y "he guardado". Dios hace posible la salvación, pero el hombre tiene que pelear, acabar y guardar. Yo "prosigo a la meta". "Hijitos, guardaos de los ídolos", (1 Juan 5:21) porque ni Dios ni otros lo harán por vosotros, sino que tenéis que hacerlo vosotros mismos.
Los evangélicos (calvinistas), que enseñan que la salvación se obtiene por la fe sola, dicen que la palabra "salvación" en este texto se refiere a la "santificación" (véase Hendriksen). Según el calvinismo al creer la persona es justificada en ese momento y para siempre, pero que entonces debe obedecer los mandamientos de Dios para santificarse. Esta doctrina es falsa. La palabra "justificado" en Sant. 2:24 es clara e irrefutable.
¿Por qué, pues, dice Pablo que no somos salvos por obras en varios textos (Gál. 2:16; Efes. 2:9; 2 Tim. 1:9; Tito 3:5)? ¿No hay contradicción entre estos textos? De ninguna manera. Somos salvos por gracia (Efes. 2:8), porque el hombre no puede salvarse o redimirse solo; Dios tuvo que proveer la salvación. La gracia de Dios se refiere a la cruz de Cristo, a la sangre que El derramó para pagar el precio de rescate por nuestros pecados, pero la salvación no se obtiene por la gracia sola, porque la salvación no es incondicional. Dios provee la salvación, pero no todos serán salvos, porque no todos la aceptarán. ¿Cómo se acepta? Por la obediencia.
Ahora bien, en cuanto a las "obras" que no nos salvan, Pablo no se refiere a las obras requeridas por Cristo y los apóstoles en el Nuevo Testamento. No somos salvos por las obras de la ley de Moisés (Gál. 2:16), ni por las buenas obras que hubiéramos hecho estando aun fuera de Cristo (Efes. 2:9; 2 Tim. 1:9; Tito 3:4,5), ni por las "buenas obras" inventadas y autorizadas por los hermanos liberales pero no por Cristo. Los que esperan salvarse haciendo tales buenas obras serán tristemente decepcionados en el día final. Pero Santiago 2:24; Gál. 5:4; Hech. 10:35, y otros textos (como Fil. 2:12) se refieren a ocuparnos, trabajando y haciendo las obras enseñadas por Cristo, los apóstoles y otros escritores del Nuevo Testamento. Estos textos dicen la misma cosa que Mat. 7:21; 12:50; Luc. 6:46, etcétera.
-- "temor y temblor", 1 Cor. 2:3; 2 Cor. 7:15; Efes. 6:5. Los que se ocupan en la salvación con temor y temblor son aquellos que tienen conciencia profunda de la presencia de Dios (Gén. 39:9).
Hay una conexión estrecha entre la obediencia y el "temor y temblor". Si la obediencia no es necesaria para la salvación (eterna), ¿por qué manda Pablo que nos ocupemos con temor y temblor? ¿Cuántos miembros de la iglesia están sirviendo a Dios con temor y temblor? "Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agrandándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor" (Heb. 12:28,29). Este texto no significa que debemos servirle como esclavos temerosos de un amo cruel, sino como hijos obedientes que tienen respeto y reverencia hacia Dios y, a consecuencia de esto, viven con precaución seria, porque el trabajo es difícil y "la carne es débil" (Mat. 26:41).
2:13 -- "produce", "obra" (VM y BAS), energon, de la cual tenemos la palabra "energía". La salvación es "obra" de Dios: obra o produce ciertos efectos en nuestras vidas; produce tanto el "querer" como también el "hacer". ¿Cómo lo hace? Véase 1 Tes. 2:13, "la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes". Son paralelas estas dos frases: "Dios obra en vosotros tanto el querer como el hacer" y "la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes". Dios obra en nosotros por medio de la palabra. La "espada del Espíritu, que es la palabra de Dios" (Efes. 6:17). El Espíritu Santo obra en nosotros a través de su instrumento, la palabra inspirada.
La Biblia es el libro que nos motiva; Dios ha empleado todo incentivo que se puede utilizar para movernos hacia el cumplimiento de su divina voluntad, "su buena voluntad". Como dice Heb. 8:10, "Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré". Dios nunca obra en nosotros aparte de nuestra propia voluntad. El no nos quita el libre albedrío; el ver. 12 bien establece esta verdad. Dios no obra en lugar de nosotros (no hace por nosotros lo que debemos hacer por nosotros mismos). Nadie está obligado obedecer en contra de su propia voluntad. Dios no hace a un lado la volición del hombre. Además, el cristiano puede "apagar al Espíritu", es decir, puede apagar el fuego del don del Espíritu (1 Tes. 5:19; 2 Tim. 1:6); puede también "contristarlo" (Efes. 4:30). Puede resistir al Espíritu Santo, es decir, su enseñanza y obra (Hech. 7:51). Dios nos da libre albedrío y cuando lo ejercitamos de acuerdo a la voluntad de Dios, El nos ayuda. El obra en nosotros cuando "la palabra de Dios ... actúa" en nosotros. Dios obra a través de su palabra para movernos y motivarnos a hacer su voluntad. El cristiano necesita de la ayuda divina para vencer la tentación y el pecado.
El "príncipe de la potestad del aire" "opera en los hijos de desobediencia" (Efes. 2:2), y Dios opera en los hijos de obediencia. "Mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte" (Rom. 7:5), pero ahora somos guiados por el Espíritu de Dios y llevamos el fruto del Espíritu (Gál. 5:22,23). A los que no aman la verdad Dios "les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados" (2 Tes. 2:10-12), pero a sus hijos Dios envía el Espíritu de su hijo (Gál. 4:6). Si caemos, su benignidad nos guía al arrepentimiento (Rom. 2:4). ¡Qué consuelo! "Somos hechura suya" (Efes. 2:10) y Dios sigue obrando en nosotros.
Ahora bien, que nadie diga que solamente la palabra obra en nosotros y Dios no. ¡Dios obra! pero obra a través de su palabra. El obra en los que están ocupados en su propia salvación. Dios salva a través de los que predican su palabra (1 Tim. 4:16); emplea agencias humanas.
-- "por su buena voluntad", ("para su beneplácito", BAS), (Mat. 11:26; Luc. 2:14; Efes. 1:5,9; 2 Tes. 1:11). ¿Qué produce su beneplácito? Lo que El hace por nosotros, y nuestra actividad en su servicio.
2:14 -- "murmuraciones", gruñidos. Pablo vuelve a la exhortación de los vers. 2-4. Cuando hay un "murmullo", ninguno quiere hablar "abiertamente" (Juan 7:12,13). El que murmura habla entre dientes. A veces se oye el murmurar como gruñido de descontento.
Hay muchos que se pasan la vida murmurando; se quejan del gobierno, de la enfermedad, de la pobreza, y de los vecinos. Hay hermanos en Cristo que se quejan de otros hermanos aunque Santiago nos dice, "Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta" (5:9). Pedro nos dice, "Hospedaos los unos a otros sin murmuraciones" (1 Ped. 4:9).
Mat. 20:11 habla de los obreros que murmuraban contra el padre de familia. Los escribas y fariseos murmuraban mucho contra los discípulos de Jesús (Luc. 5:30). En esto imitaban a sus antepasados (Ex. 16:1-21; 17:1-7). Entre los pecados que destruyeron a Israel se menciona el murmurar. Núm. 11:1, "el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová." 1 Cor. 10:10, "Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor".
Los israelitas murmuraban contra sus líderes (Núm. 16:1-30) que eran escogidos por Dios. Compárese Fil. 1:1; Hech.
20:28, "Por tanto, mirad por vosotros (ancianos, ver. 17), y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos". ¡Cuántos miembros murmuran contra los ancianos! Compárese 1 Tim. 5:19.
-- "y contiendas", "discusiones" (BAS), dialogismos. Son razonamientos, diálogos, deliberaciones, argumentaciones carnales cuya fuente son los malos pensamientos (Mat. 15:19, la misma palabra se traduce "pensamientos"). En Luc. 9:46 se traduce "discusión". En 1 Tim. 2:8 está conectada con "ira". Entonces son discusiones o contiendas que proceden de corazones llenos de ira y bocas llenas de murmuraciones.
2:15 -- "para que seáis irreprensibles", libres de censura (3:6; Prov. 22:1; 1 Cor. 1:8; 1 Tes. 5:23; 1 Tim. 3:2; 1 Ped. 2:12; 3:14,15; 2 Ped. 3:14). No dar ocasión al adversario para criticar y blasfemar. Desde luego, los oponentes nos acusarán falsamente (sobre esto no tenemos control), pero en cuanto dependa de nosotros debemos siempre estar sin culpa, según el juicio justo de otros.
-- "sencillos", akeraios, puros, sin mezcla, sin doblez, sin engaño, inocentes, como palomas, Mat. 10:16; ingenuos (inocentes) para el mal, Rom. 16:19 (en contraste con los que causan divisiones, Rom. 16:17).
-- "hijos de Dios". Obsérvese que Pablo exhorta a los cristianos a hacer todo sin murmuraciones y contiendas para que seamos "hijos de Dios". Compárese Mat. 5:44,45, debemos amar a los enemigos para que seamos "hijos" de Dios. Una de las definiciones del término "hijo" es "seguidor o imitador". No somos verdaderos "hijos" (imitadores) de Dios si no lo imitamos.
-- "sin mancha (defecto, imperfección) en medio de una generación maligna y perversa", "torcida y perversa" (BAS)". "Sin mancha" equivale a "irreprensibles y sencillos (inocentes)". Hech. 2:40 "Sed salvos de esta perversa generación". Véanse Deut. 32:5; Mat. 12:39; 17:17. Dios habla de los del mundo como personas que han torcido y enchuecado sus vidas, sus mentes y su conducta. Se han desviado del camino derecho. Siempre se dirigen por caminos sinuosos de ignorancia, pecado y error. Los cristianos están rodeados de inmundicia e indecencia. Los estantes de las tiendas que venden revistas están llenos de basura. La mayoría de las películas exhibidas en el cine y por televisión son corruptas y corrompen la mente. Todos los días en los talleres, fábricas, oficinas, etcétera, se oye lenguaje corrupto (maldiciones, chistes sucios, chismes). Los niños y jóvenes están obligados a aprender mentiras acerca de la evolución y varios aspectos del humanismo. El interés principal de muchos maestros es la educación sexual. Muchos han aceptado el aborto, la homosexualidad y el uso libre de las drogas como conducta normal. Cada día el mundo se acerca más a la descripción de Gén. 6:5. No se encontraron ni siquiera diez hombres justos en Sodoma, y muchas ciudades modernas están esforzándose por imitarla. Parece que muchos quieren trastornar (pervertir) los caminos rectos del Señor como lo hacía Elimas (Hech. 13:10).
Pero, ¿qué hicieron los siervos de Dios (Noé, Lot, Daniel, los cristianos del primer siglo) que vivían en tal ambiente? ¡Sirvieron a Dios! Eran "luminares" en el mundo.
-- "resplandecéis como luminares", como los luminares celestiales. Cristo, el "Sol de justicia" (Mal. 4:2) es "la luz del mundo" (Jn. 8:12; 1:4,5), y los cristianos también son luz (Mat. 5:14-16), por medio de sus vidas santificadas, irreprensibles e inocentes, y también por su obra de predicar y enseñar el evangelio.
La lucha entre la iglesia y el mundo se presenta en varios textos como la lucha entre la luz y las tinieblas (Mat. 5:16; Rom. 13:11-14; Efes. 5:8-13; Apoc. 2:1,5).
2:16 -- "asidos de la palabra de vida", "extendiendo a todos la palabra de vida" (VM); "sosteniendo firmemente la palabra de vida" (BAS). Uno de los requisitos para ser obispo (según Tito 1:9) es que sea "retenedor de la palabra fiel". Los colosenses fueron advertidos contra los que les podían privar de su "premio, afectando humildad ... vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la Cabeza ..." (Col. 2:18,19).
Hay dos pensamientos distintos pero bien relacionados en las dos traducciones de esta frase: "asidos de la palabra" y "extendiendo" o "sosteniendo" la palabra. El primer pensamiento es el de apegarnos a la palabra, y el segundo es el de predicarla.
2:17 -- "Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros". Pablo habla de sí mismo como una libación que se derrama sobre el sacrificio (el servicio fiel de los filipenses). Durante su ministerio a los gentiles siempre se exponía a grandes riesgos y peligros (1 Cor. 4:9-13; 2 Cor. 11:23-28). Sufrió todo esto al llevar el evangelio a los gentiles. Dice que ahora está dispuesto a morir si esto ayudara la fe de ellos e hiciera su servicio más aceptable a Dios. Parece que usa el lenguaje sacrificial para comparar su servicio personal con la libación mandada por Moisés (Ex. 29:40; Núm. 15:5; 28:7,14). Véase también 2 Tim. 4:6, "yo ya estoy para ser sacrificado", literalmente, "ser derramado". Pablo era, pues, un buen ejemplo de la enseñanza de los versículos 1-4. Primero, les exhorta a imitar a Cristo, el ejemplo perfecto y perfectamente sublime. Nadie ha duplicado este ejemplo. Pero el ejemplo de Pablo es muy digno de imitarse también. El dio su vida en servicio y sacrificio en beneficio de tales hermanos como los filipenses.
Cada cristiano es un sacerdote y la "víctima" que ofrece a Dios es su propia vida. Presenta su cuerpo como sacrificio vivo (Rom. 12:1), y para este sacrificio no hay substituto. Es crucificado con Cristo (Gál. 2:20). Debemos ser "ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo (Rom. 15:16). "Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien, y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios" (Heb. 13:15,16). La ayuda económica que los filipenses enviaron a Pablo era "olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios" (4:18). Somos "casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" (1 Ped. 2:5)
-- "servicio", leitourgia, de la cual viene la palabra "liturgia", palabra empleada con referencia al servicio en el templo (Heb. 8:2; Luc. 1:23, el "ministerio" de Zacarías). Pablo vuelve a usar una forma de esta palabra en el ver. 25; habla de Epafrodito como "ministrador de mis necesidades". En Rom. 15:16 Pablo se refiere a sí mismo como "ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando (administrando en servicio sagrado, según Berry) el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable". Véase también Col. 1:28, texto en el cual habla de "presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre" (la palabra "presentar" sugiere la presentación de alguna ofrenda a Dios).
2:18 -- "Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo". ¿Cómo es posible gozarnos y regocijarnos cuando hacemos sacrificios por el Señor? Cristo es nuestro ejemplo: "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz" (Heb. 12:2). En este texto se combinan el sacrificio y el gozo. En 2 Cor. 8:2,3 están conectados estos dos pensamientos: con gozo ofrendaron más allá de sus fuerzas. (Véanse también Neh. 12:43; 1 Crón. 29:21,22). ¿Cómo se puede sacrificar y hacerlo con gozo? La respuesta es sencilla. Es cuestión de amor. ¿No hacen grandes sacrificios los padres por sus hijos? ¿No lo hacen con gozo? En las parábolas del tesoro escondido y la perla de gran precio, con todo gozo se vendía todo para poseer el tesoro y la perla de gran precio. ¿No requiere sacrificio "vender todo"? Claro que sí, pero lo que ganamos vale mucho más que lo "sacrificado" (3:7,8).
2:19 -- "Espero en el Señor Jesús". Hacemos todo "en el Señor", por El, de acuerdo con su voluntad. 2:24, "confío en el Señor"; 2:29, "Recibidle, pues, en el Señor"; 3:1; 4:4, "gozaos en el Señor"; 3:3, "nos gloriamos en Cristo Jesús"; 4:1, "estad firmes en el Señor".
-- "enviaros pronto a Timoteo", es decir, "luego que yo vea cómo van mis asuntos", ver. 23. Acaba de hablar de su posible muerte ("aunque sea derramado en libación" ver. 17; 2 Tim. 4:6), pero al mismo tiempo tiene la esperanza de ser liberado para poder visitarles otra vez (1:19,25,26; 2:24). De cualquier manera espera, si es la voluntad del Señor, enviarles a Timoteo.
Epafrodito era el mensajero de la iglesia de Filipos; por manos de él enviaron ayuda (2:25-30; 4:14-18). Timoteo era el mensajero de Pablo: a los tesalonicenses (1 Tes. 3:1-2); a Macedonia (Hech. 19:22); y en otra ocasión cuando Pablo fue a Macedonia, dejó a Timoteo en Efeso (1 Tim. 1:3). 1 Cor. 16:10 dice, "Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo". Ahora, pues, Pablo piensa enviar este fiel compañero a Filipos.
-- "para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado". ¡Puro optimismo! Según la esperanza de Pablo, Timoteo llegaría con los hermanos y su visita sería de mucho consuelo para ellos, y luego cuando él volviera a Pablo, le llevaría buenas noticias de la unidad de la iglesia de Filipos, para que Pablo también (al igual que los hermanos filipenses) estuviera de buen ánimo. Pablo no anticipa nada de malas noticias. Prov. 25:25 dice, "Como el agua fría al alma sedienta, así son las buenas nuevas de lejanas tierras". ¡Pablo esperaba pura "agua fría" tanto para sí mismo como para los hermanos filipenses!
2:20 -- "pues a ninguno tengo del mismo ánimo". Algunos creen que Pablo dice, como traduce La Biblia de las Américas, "Pues a nadie más tengo del mismo sentir mío". Así traducen varias versiones: "no tengo otro tan del mismo ánimo conmigo" (La Versión Moderna); "a ningún otro tengo tan unido a mí" (Nacár Colunga); "a nadie tengo de tan idénticos sentimientos conmigo" (Ediciones Paulinas). En las Notas Sobre Filipenses elaboradas por este servidor (una edición anterior) también se presenta esta explicación: "isopsuchon, de la misma alma con Pablo: isos=igual; psuche=alma. Así Timoteo podría representar correcta y efectivamente las ideas y los sentimientos de Pablo". Pero conviene agregar que la palabra misma (isopsuchon) no contesta la pregunta, ¿de la misma mente con quién? Las versiones citadas arriba dicen "con Pablo". La Versión Hispanoamericana dice simplemente "de la misma disposición". El Diccionario Expositivo de W. E. Vine no dice con quién; tampoco el léxico Thayer, ni el léxico Arndt-Gingrich. A. T. Robertson ("Word Studies") dice "con Timoteo, no con Pablo", mientras que Vincent ("Word Studies") dice "con Pablo mismo, no con Timoteo".
Las traducciones que dicen que Pablo está diciendo, "No tengo otro tan del mismo ánimo mío" se basan en tales textos como 1 Cor. 16:10 ("él hace la obra del Señor así como yo") y 2 Tim. 3:10 ("Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia ..."). Pero el traductor debe traducir, no interpretar. Aunque Timoteo sí tenía la mente de Pablo, es suficiente decir que no había otro como Timoteo. Era hermano excepcional, como Pablo explica en los siguientes versículos.
-- "y que tan sinceramente", "gnesios, veraz, genuino, sincero ... sinceridad", "ingenuamente" (VM).
-- "se interese por vosotros". Era un amigo verdadero de la iglesia de Filipos. Estaba sinceramente interesado en ellos. Se preocupaba por ellos. "Que con sincera afición esté solícito por vosotros" (Antigua Versión Valera).
2:21 -- "Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús". Los que "buscan lo suyo propio" no son "sencillos" (ver. 15). La palabra "sencillos", como ya hemos visto, indica sinceridad, sin mezcla, sin engaño, y sin doblez. Pero los que buscan lo suyo propio no son de corazón sencillo o singular, sino de "doble ánimo" (Sant. 1:8; 4:8).
Es probable que Lucas y Aristarco no estuvieran en Roma cuando Pablo escribió esta carta. Es verdad que por un tiempo estuvieron con él en Roma (Col. 4:10,14; Filemón 24), pero si hubieran estado con Pablo en el momento de escribir esta carta a los filipenses, sin duda les hubiera enviado saludos de parte de estos hermanos fieles. La realidad es que varios hermanos como Timoteo, Tito, Aristarco, Lucas, etcétera, estaban a veces con Pablo en algún lugar por un tiempo breve, y luego fueron despachados por él a otro campo donde había necesidad de confirmar hermanos y resolver problemas. La frase "todos buscan lo suyo propio" suena más bien como descripción de los predicadores mencionados en 1:15,16, y aun como los que Pablo describe en 3:18,19 "cuyo dios es el vientre".
Es interesante, como observa Hendriksen, que aun cuando escribió la segunda carta a Timoteo y bien sabía que peligraba su vida, aun así, "Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia ... A Tíquico lo envié a Efeso" (2 Tim. 4:10-12). Pablo no pensaba en sí mismo; no guardó a estos fieles hermanos consigo en Roma para consolarle, sino que los envió a trabajar en el evangelio. Y, por lo tanto, estos fieles hermanos deben ser descontados del número de los que sólo buscaban lo suyo propio. En el texto que habla de Crescente, Tito y Tíquico, Pablo dice "Demas me ha desamparado, amando este mundo"; luego en el ver. 16 agrega, "En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta".
El punto principal en todo esto es que, al enviar a Timoteo a Filipos, Pablo enviaba al hermano más fiel y más capacitado para el trabajo.
Conviene leer y meditar mucho sobre Mat. 16:25, "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará". Los que en verdad "buscan lo suyo propio" (buscan su "vida") deben ocuparse en "buscar" almas y avanzar la obra de Cristo. En esta forma "hallarán" su vida. De otro modo, la perderán.
2:22 -- "Pero ya conocéis los méritos", "la prueba" (VM),"probados méritos" (BAS). dokime "significa (a) el proceso de probar ... (b) el efecto de la prueba, aprobación ... 2 Co 2:9; 13:13 y Fil 2:22" (Vine). Los hermanos de Filipos ya habían visto a Timoteo en varias ocasiones (Hech. 16:13; 19:22; 20:3), y bien sabían que él había sido probado. Sabían los "probados méritos" de este evangelista joven. (Véase el sermón, "Los Méritos De Timoteo", Sermones y Artículos II).
La fuerza de lo que Pablo dice es que aunque Timoteo estaba todavía joven, no era un neófito. Ya había sido probado por varias persecuciones y quedó aprobado por Dios. Véase 1 Ped. 1:7. Por lo tanto, era obrero eficaz y buen representante de Pablo.
-- "que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio", "en la propagación del evangelio" (BAS) (1:5,12). Pablo encontró a Timoteo en Listra, y "quiso que éste fuese con él" (Hech. 16:1-3). De esta manera el joven evangelista asistió a "la escuela de Pablo" en el campo de varios países. Las "aulas" de esta escuela eran plazas, sinagogas, mercados, barcos y muchos caminos polvorientos. En estas "aulas" Timoteo oyó instrucciones y predicaciones sobre todo el consejo de Dios, y presenció muchos debates entre Pablo y los oponentes de la verdad. ¡Qué buena escuela para predicadores! Por esta causa Timoteo podía representar correcta y efectivamente las prácticas de Pablo (véase 1 Cor. 4:16,17). Cuando Pablo tenía algo muy importante que hacer y no podía ir él mismo, enviaba a Timoteo. La causa de Cristo estaba muy segura en las manos de este joven evangelista. Aunque Pablo era embajador de Cristo, dice que Timoteo "ha servido conmigo", edouleusen; los dos servían como esclavos. No había nada de envidia ni rivalidad entre Pablo y Timoteo. Los dos se interesaban mucho por otros y no buscaban lo suyo propio. ¡Qué buenos ejemplos para los evangelistas de cualquier siglo! Timoteo no era el "Ministro Juvenil" de alguna iglesia. No se encargó de promover la diversión y vida social entre los jóvenes ("para que no vayan al mundo"). Timoteo no convirtió ninguna casa de oración en casa de diversión.
2:23 -- "Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos". Parece que pronto Pablo comparecería ante el tribunal de César. Entonces los hermanos filipenses no se dejarían en oscuras en cuanto al veredicto. Si fuera condenado o liberado, Timoteo les llevaría las noticias.
2:24 -- "y confío en el Señor que yo también iré". Pablo expresa claramente su optimismo. Esperaba ser liberado. En tal caso, las noticias buenas llevadas por Timoteo darían más fuerza a las exhortaciones de esta carta (tales como 1:27,28; 2:1-4, 14, etcétera).
2:25 -- "Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito", el mensajero de la iglesia de Filipos que llevó ayuda a Pablo. Pablo envía a este hermano a su hogar (Filipos), porque se enfermó y luego se angustió mucho porque supo que los filipenses se enteraron de su enfermedad.
-- "mi hermano". Eran de la misma familia (gozaban la "común salvación", Judas 3). ¡Qué gozo y honor que Pablo diga de alguno, "mi hermano"! Cuando Pablo empleó la palabra "hermano", tenía significado rico e importante. Sus "hermanos" eran Cuarto (Rom. 16:23); Sóstenes (1 Cor. 1:1); Apolos (1 Cor. 16:12); Timoteo (2 Cor. 1:1), Tito (2 Cor. 2:13); Tíquico (Col. 4:7); Onésimo (Col. 4:9), etcétera.
Los verdaderos hermanos nuestros son los que en verdad son hermanos de Jesús (Mat. 12:46-50) y de Pablo. Los sectarios (y algunos hermanos liberales) quieren que nos sujetemos a la voluntad humana para ampliar la comunión. Pero tenemos comunión solamente con los que hacen la voluntad de Dios. No hay varios planes de salvación, sino uno solo. Si no obedecemos el plan bíblico de salvación, no llegamos a ser hijos de Dios y hermanos de los otros hijos de Dios.
Muchos hacen burla de nosotros, llamándonos "legalistas", "intolerantes" y "fanáticos". ¿Piensan estos que Pablo era hermano de toda persona que profesaba ser cristiano? Lamentablemente habrá muchos en el infierno que se llaman "hermanos" en este mundo.
-- "y colaborador y compañero de milicia". Hacían trabajo y sufrían peligros en común como colaboradores y soldados de Cristo. Como colaborador de Pablo Epafrodito se incluyó en tales textos como 1 Cor. 3:9; 3 Jn. 8; 1 Tes. 3:2; Fil. 4:3; Col. 4:11.
Además, para ser colaborador de Pablo tanto nosotros como aquellos hermanos tenemos que ser soldados, porque hay muchos que se oponen a esta obra. Es necesario llevar toda la armadura de Dios (Efes. 6:10-20) y luchar fielmente (1 Tim. 6:12; 2 Tim. 2:3,4).
Aunque la batalla se ponga muy recia, no debemos huir. Como Epafrodito debemos estar dispuestos a exponer la vida por la obra de Cristo. Tales compañeros de milicia no corren al "campo de Ono" para discutir condiciones de paz con los enemigos (Neh. 6:2-4). Ni tampoco esperan ser decorados con medallas por los hombres por su valentía.
Pablo y sus compañeros de milicia no se dedicaban a consolar al enemigo ni tampoco a hacer que los demás soldados de Jesús se sintieran bien acerca de sí mismos. No tenían miedo de que con tanto pelear fueran acusados de ser "muy negativos" y ofensivos. Su propósito fijo era causar toda clase de incomodidad para las fuerzas de Satanás en todo lugar, aun dentro de la iglesia. "Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, no os azoréis (alarméis), ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros ... ¿Quién es hombre medroso y pusilánime (de corazón apocado)? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque (haga desfallecer) el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo" (Deut. 20:3-8).
Sin duda, actualmente hay más de 22,000 hermanos en la iglesia que deben devolverse del monte de Galaad, porque no quieren enfrentar el error y el pecado. ("Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil", Jueces 7:3). Muchos hermanos ya no creen en debatir. Parece que son como aquellos soldados que con solamente ver al enemigo sufren trauma sicológico. Lo más triste es que aun entre nosotros (hermanos conservadores) hay quienes critican la "mentalidad" de la década '50 (cuando tuvimos que luchar tanto contra el institucionalismo que estaba dividiendo la iglesia). Lamentablemente hay hermanos que profesan ser "conservadores" que van por todo lado con la "hoja de olivo en el pico" buscando paz.
-- "vuestro mensajero", apostolon, "apóstol" de la iglesia de Filipos (véase 2 Cor. 8:23). Solamente los doce apóstoles y Pablo eran embajadores de Cristo (2 Cor. 5:20) y parte integral del fundamento de la iglesia (Efes. 2:20). La palabra "apóstol" se usa varias veces en el Nuevo Testamento para significar sencillamente "mensajero, uno que es enviado".
-- "y ministrador de mis necesidades" (ver. 30; 4:14-18), leitourgos, ministro. Epafrodito bien entendió la enseñanza de Jesús (Mat. 20:26). Su servicio casi le costó la vida.
2:26 -- "porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros", "él os añoraba" (BAS); "tenía ardiente deseo de veros" (VM); "está suspirando por todos vosotros" (NC).
-- "y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado", "se ha afligido" (VH); "siente profunda inquietud" (EP). Pero el comentario de más peso sobre esta frase es que la palabra que Pablo emplea aquí, ademoneo, solamente aparece aquí y en Mat. 26:37 y Mar. 14:33 para describir la agonía ("angustiarse") de Jesús en Getsemaní. Lipscomb dice que "el carácter fuerte de la expresión es apropiado para expresar los sentimientos de una persona que ha estado muy enferma estando lejos de todos sus amigos". Epafrodito se preocupaba mucho por los hermanos. El estaba preocupado por ellos, porque sabía que ellos estaban preocupados por él. Así es el amor mutuo. No era una cosa pasajera, sino "gravemente se angustió", se sintió "afligido", estaba muy "inquieto" en su espíritu.
2:27 -- "Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza", porque Epafrodito fue a Roma únicamente en servicio para Pablo. Habría sido una carga muy pesada para Pablo, si, aparte de tanta aflicción causada por sus prisiones y por el juicio cercano, este amado hermano hubiera muerto. El hizo el viaje difícil y peligroso hasta Roma, la Ciudad Imperial, con misión sagrada, y la cumplió fielmente.
Los más fieles siervos de Dios sufren enfermedades y otras aflicciones y mueren. Los falsos maestros dicen que Cristo murió en la cruz tanto para sanar el cuerpo como para salvar el alma (usan mal 1 Ped. 2:24, "por cuya herida fuisteis sanados"), pero aun en el tiempo cuando Cristo y sus discípulos sanaron a muchos enfermos, otros quedaron sin sanar (Timoteo, 1 Tim. 5:23; Trófimo, 2 Tim. 4:20, y posiblemente el "aguijón en la carne" que Pablo sufrió era físico). Resucitaron a unos cuantos muertos (por ejemplo, Lázaro, Jn. 11:1; Dorcas, Hech. 9:37), pero no resucitaron a Esteban y Jacobo (Hech. 7:60; 12:2), porque el propósito primordial de los milagros no era beneficiar al pueblo, sino confirmar la palabra (Mar. 16:20; Hech. 14:3; Heb. 2:3,4).
Pablo no dice que Dios sanó milagrosamente a Epafrodito. Es posible que sí pero no sabemos. Es importante recordar que toda sanidad es divina, porque
toda bendición es de Dios (Sant. 1:17). Sin embargo, Dios obra a través de procesos naturales y normales. El nos da el pan de cada día y le damos gracias. El pone los medios, hace que la tierra produzca, hace que el sol salga y que las lluvias rieguen la tierra, pero también obra a través del trabajo nuestro (Efes. 4:28; 2 Tim. 3:10). Así también Dios provee la ciencia médica: medicamentos, doctores, enfermeras y técnicas. Espera que nosotros aprovechemos esta bendición, siempre suplicando la dirección divina para todo el proceso de la sanidad.
2:28 -- "Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza". Aunque Epafrodito era de gran utilidad a Pablo, éste no estaba tranquilo porque Epafrodito estaba angustiado y, sin duda, los filipenses compartían su angustia. Mejor que él volviera a Filipos. Sería mejor para todos.
2:29 -- "tened en estima a los que son como él", un hermano excepcional, muy digno de ser honrado. No conviene elevar sobremanera a ninguno, pero Pablo sí nos enseña a tener a algunos en "mucha estima" (1 Tes. 5:13, "a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan"; 1 Tim. 5:17, "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar"; "Saludad a Andrónico y a Junias ... son muy estimados entre los apóstoles").
2:30 -- "exponiendo su vida", "arriesgando su vida" (BAS; VH), paraboleuomai. Puso en gran peligro su propia vida para suplir este servicio para Pablo. Los que arriesgaban la vida para cuidar de enfermos (por ejemplo, durante una epidemia) se llamaron los parabolani. Ignoramos los detalles de este peligro; es otra pregunta que no se puede contestar en este mundo, y es dudoso que en el cielo se pueda contestar, porque ¿no serán olvidadas todas las experiencias amargas de la vida?
Pablo apreciaba mucho a este amado hermano, porque compartían la misma actitud con respecto a dar su vida por el Señor (véanse Hech. 20:24; 21:13; 1 Cor. 15:30,31).
-- "lo que faltaba", porque "os faltaba oportunidad", 4:10. Después de exhortar a los filipenses a sentir lo mismo, tener el mismo amor, estar unánimes y sentir la misma cosa (vers. 1-4), Pablo les habla del ejemplo de Jesús (vers. 5-11), y entonces después de hablar de su propia vida sacrificial (ver. 17), les presenta dos ejemplos más, los ejemplos hermosos de Timoteo y Epafrodito, que bien ilustran la humillación y servicio recomendados en esta sección.
Los lazos "en Cristo" nos unifican. Son lazos fuertes basados en la verdad, en justicia y en el verdadero amor fraternal. Los hombres mundanos tienen muchos lazos. Se juntan o se ligan para ganar dinero y fama, para satisfacer sus apetitos carnales, etcétera, pero estos son lazos de pura conveniencia. ¡Qué contraste más grande entre los lazos de hombres carnales y los lazos "en Cristo"!