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!!BIENBENIDOS!!!

El Ministerio Cristiano Israel nace en el corazón de Dios hace algun tiempo despertando una necesidad tremenda en el estudio de la palabra, con mis comienzos en el estudio de la palabra a los 18 años de edad. Desde entonces he tenido un vivo deceo de llevar la palabra de Dios a las naciones.

Hoy quiero invitarte a conocer profundamente el mensaje de nuestro Señor a las naciones como así también profundizar tus conocimientos sobre su vida, persona, poder, magnificencia, reino, Amor, fidelidad, misericordia, etc... Aquí podrás conocer la historia de Israel en sus comienzos en el A.T como también en el N.T el proceso del nuevo pacto que nos permitio acceder a sus promesas.

Espero que sea una fuente rica para el conocimiento verdadero de sus verdad.

"EL TEMOR DEL SEÑOR ES EL PRINCIPIO DEL CONOCIMIENTO; LOS NECIOS DESPRESIAN LA SABIDURIA Y LA DISCIPLINA". PROVERVIOS CAP 1:7.

Hechos Cap 28

Hechos 28
28:1 -- Estando ya a salvo, -- Sus vidas peligraron por dos semanas durante la tormenta violenta. Continuamente alivianaban el barco y habían hecho todo lo posible por salvarlo, pero sin la intervención de Dios seguramente no hubieran escapado de la muerte.
-- supimos que la isla se llamaba Malta (O, Melita o Melitene, LBLA, margen). -- Esta isla era famosa por la producción de miel de abeja (es lo que significa Melita).
28:2 -- Y los naturales (habitantes, lit. bárbaros, LBLA) -- La traducción "naturales" o "habitantes" es buena. La palabra literal, "bárbaros", significa gente que no hablaba griego. Compárese Rom. 1:14, "a griegos y no griegos (bárbaros, i.e., los que no eran griegos, ni por nacimiento, ni por cultura, LBLA); también esta palabra se usa en 1 Cor. 14:11, "Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero (bárbaro, LBLA) para el que habla, y el que habla será como extranjero (bárbaro, LBLA) para mí". La palabra "bárbaro" ha llegado a significar fiero, cruel, inculto, grosero, etc. Por eso esta explicación es importante para que no se piense que en este texto la palabra significa gente salvaje o gente sin cultura.
-- nos trataron con no poca humanidad; -- Este texto demuestra que esta gente no era inculta. La palabra "humanidad" -- también usada en Hech. 27:3 -- es philanthropia.
-- porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío. -- no haciendo distinción entre soldados, marineros, presos, etc.
28:3 -- Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; -- "Pablo no era un predicador al estilo de los clérigos modernos que tienen mucho cuidado de no mancharse las manos con trabajo servil, y esperan que todo el mundo esté listo a servirles, mientras conservan su dignidad sólo siendo espectadores. No fue a pararse junto a la lumbre que otros habían encendido, ni dejó que otros sin su ayuda siguieran alimentándola; pero metió la mano junto con los bárbaros y los marineros a la ocupación desagradable" (McGarvey).
-- y una víbora (echidna, víbora venenosa), huyendo del calor, se le prendió en la mano. -- Los modernistas (los que dicen que la Biblia es pura mitología) han criticado este relato diciendo que en esa isla no había madera ni víboras venenosas, pero no se puede juzgar la condición de la isla en aquel tiempo por su condición actual porque, como todos saben, al ser poblado y modernizado cualquier territorio, desaparecen los árboles como también las fieras y víboras venenosas.
Hemos observado que durante todo este viaje Pablo se ha demostrado como líder, como el más inteligente, el más sabio y el más capacitado para dirigir. Su consejo fue rechazado y el resultado fue un desastre. Durante la violenta tempestad él llegó a ser el comandante no oficial de la nave. Se puede decir que todos se fijaron en él. Y ahora -- aquí en la isla -- Dios hizo que todos se fijaran otra vez en Pablo (Lenski).
28:4 -- Cuando los naturales vieron la víbora (animal, LBLA; de la palabra therion que fue usada para designar víboras venenosas).
-- colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, -- Podían discernir que ciertos hombres eran prisioneros porque estaban siendo custodiados por los soldados. Sin duda al llegar los soldados a la isla inmediatamente se dieran la tarea de reunir a los prisioneros. Los nativos suponían que Pablo era un homicida porque creían que la justicia debía corresponder según el crimen cometido; es decir, creían que Pablo iba a morir y de allí deducían que él había quitado la vida de otro.
-- a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir (no le ha concedido vivir, LBLA; tiempo pasado, es decir, lo veían como hombre muerto) -- Es muy obvio que las naciones que no conocían a Dios, a pesar de ello, tenían conceptos de la justicia divina. Estos nativos probablemente creían en la diosa "Justicia", hija de Júpiter, pero en realidad esta clase de entendimiento procedía del Dios verdadero y se menciona en Rom. 2:14, 15. Son leyes escritas en la conciencia de la gente. Este texto no significa que uno nace con nociones correctas, sino que a través de los siglos no han faltado quienes enseñen muchas verdades básicas. Pablo habla de "sus razonamientos", es decir, tales temas se estudiaban, se discutían, etc.
Los paganos creían -- y mucha gente hoy en día cree -- que toda calamidad es un juicio sobre cierto pecado o crimen. Juan 9:1-3 demuestra esta actitud. Es muy cierto que todo pecado será castigado, pero no necesariamente en esta vida. (Es bueno el comentario de Barnes sobre este tema). Sobre todo se debe recordar que las tribulaciones producen buenos efectos en nuestra vida espiritual (Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:8-10; Sant. 2:2-4).
28:5, 6 -- Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. (Véase Mar. 16:18). Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, -- ¡Qué sorpresa para ellos! Obviamente ellos habían tenido mucha experiencia con ese fenómeno y sabían exactamente lo que iba a suceder: Pablo iba a hincharse y luego caer muerto.
-- cambiaron de parecer y dijeron que era un dios. -- Pablo no se hinchó y no cayó muerto y, por eso, creían que no era mortal, porque cuando esa clase de víbora mordía, todos los mortales sufrieron el mismo fin. Si no era mortal, tuvo que ser un dios, un ser divino que no era afectado por el veneno de la víbora.
Los de Listra creían que Pablo y Bernabé eran dioses (Júpiter y Mercurio). "Ya sabemos por el relato de Hech. 14:8-18 que circulaban leyendas sobre tales visitas de dioses a los hombres; en Listra los naturales empezaron por aclamar a Pablo como un dios y terminaron por apedrearle como criminal; en Melita empezaron con la idea de un criminal sentenciado a la muerte por los dioses para terminar creyendo que él era el 'dios'. ¡De cuántas fluctuaciones de mera opinión humana nos salva la revelación divina que hemos recibido!" (Trenchard).
28:7 -- En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. -- El ver. 2 dice, "nos recibieron a todos", pero en el ver. 7 dice "nos recibió y hospedó". Probablemente Publio recibió solamente a Julio, al piloto y capitán del barco, a Pablo y Lucas y unos cuantos más, y no a todos los 276.
28:8 -- Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos (9:17; Mar. 16:18), y le sanó. -- ¡Qué buena recompensa por la hospitalidad de Publio!
28:9 -- Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; -- "Los otros" indica que todos los enfermos de la isla recibieron la sanidad. El verbo "venían" indica que esto no ocurrió al mismo tiempo, sino que seguían viniendo a Pablo. Esto abrió la puerta para la predicación del evangelio. Siendo un prisionero Pablo no podía salir al pueblo para predicarles, pero el milagro de sanidad trajo al pueblo a Pablo para que les predicara. A consecuencia de estas señales para confirmar la Palabra, ¿hubo conversos? ¿quedó establecida una iglesia en esa isla? Los marineros, soldados y presos eran testigos del poder que Pablo recibió de Dios; ¿cómo les afectó su relación con Pablo que duró casi cuatro meses? Otra vez Lucas nos deja con preguntas sin respuesta. Al llegar a la costa de Malta ¿esperaba Pablo oportunidades como estas? "El siervo de Dios está siempre 'en funciones'" (Trenchard). Compárese 2 Tim. 4:2 ("que instes a tiempo y fuera de tiempo").
El comentarista Barclay y otros sectarios creen que Lucas, el médico amado, tuvo su parte en sanar a la gente, y que él fue el primero de los "misioneros médicos". El texto no dice nada de eso. Los hermanos liberales preparan y envían "misioneros médicos" porque aceptan el "evangelio social", el "evangelio" que ministra al hombre completo (alma, mente y cuerpo), pero este supuesto evangelio no tuvo su origen en el Nuevo Testamento, sino en los seminarios de las denominaciones. Desde luego, siendo médico, Lucas pudo haber atendido a algunas personas, pero este texto se refiere a la sanidad milagrosa efectuada por Pablo en cumplimiento de Mar. 16:18. Los compañeros y colaboradores de Pablo (como Timoteo, Tito, y también Lucas) servían a Dios como evangelistas.
Otro comentario de Barclay es bueno: "Pablo ejercía el don de la sanidad; y sin embargo, tuvo que soportar siempre su aguijón en la carne: Curaba a otros y no podía sanarse a sí mismo. Como su Maestro, en otro sentido, salvaba a otros y no podía salvarse a sí mismo".
28:10 -- los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias. -- Desde luego, Pablo nunca cobró por sanar a la gente, pero los habitantes de Malta sabían que en el naufragio se perdieron todas las posesiones de estos hombres y según sus posibilidades querían remplazarlas. Al despedirse tuvieron otra vez "las cosas necesarias". De esta manera manifestaron su gratitud por la sanidad física, pero es muy posible que esto haya sido una manifestación de su gratitud por beneficios espirituales. Otra vez otros hombres reciben beneficios por causa de la obra de Pablo. También en esto vemos que cuando los siervos de Dios se dedican a la obra del Señor buscando primeramente el reino de Dios y su justicia, las cosas materiales se dan por añadidura (Mat. 6:33).
28:11-14 -- Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux ("los gemelos celestiales", hijos de Júpiter; se suponía que estas divinidades apoyaban a los marineros). Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, (el puerto principal al sur de Roma, donde llegaban los barcos graneros de Egipto) donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días -- (véanse 20:6; 21:4, estando con hermanos siete días les permitió estar con ellos el primer día de la semana). "Seguía siendo un preso, pero es evidente que Julio estaba muy dispuesto a conceder esta cortesía a Pablo, a quien todos debían la vida" (ATR).
-- y luego fuimos a Roma, (Y así llegamos a Roma, LBLA) -- Esta frase tan corta es, en realidad, el clímax del libro: "Y así llegamos a Roma". Pablo había dicho (19:21), "me será necesario ver también a Roma"; y el Señor le dijo (23:11), "Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma". Ahora, por fin, ¡Pablo llega a Roma! Fue un momento importantísimo en su ministerio.
¿Cómo llegó el evangelio a este lugar? Lucas no dice, pero en el día de Pentecostés había "varones piadosos de todas las naciones bajo el cielo" (Hech. 2:4) y entre ellos había "romanos" (v. 10). Posiblemente algunos de estos se convirtieron y llevaron el evangelio a estos lugares remotos. También Lucas nos dice que "los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hech. 8:4).
28:15 -- de donde, oyendo de nosotros los hermanos (de Roma), -- Ignoramos cómo se dieron cuenta, pues no había telégrafos ni teléfonos, pero probablemente durante los siete días que estuvieron en Puteoli, algún hermano fue a Roma para avisar a los hermanos de la llegada de Pablo.
-- salieron a recibirnos -- seguramente estos hermanos salieron a recibir a Pablo como la delegación de alguna ciudad sale a dar la bienvenida a un general victorioso. Fue un momento muy especial para ellos y para Pablo y sus compañeros. Desde luego, el cristiano nunca está solo cuando anda con el Señor, pero la asociación con otros cristianos es de mucho aliento. Una de las más grandes bendiciones que espera al evangelista que lleva el evangelio a países ajenos es el momento cuando personalmente le saludan unos hermanos fieles. Para este servidor no hay palabras adecuadas para describir este gozo tan grande. Se da cuenta que es miembro de la iglesia universal de Cristo, un reino sin fronteras, y al llegar con hermanos fieles siempre se encuentra "en casa". Esto me ha impresionado profundamente porque en un instante -- minutos antes del encuentro -- los que nos reciben son personas desconocidas, y en otro instante no solamente son personas conocidas sino también hermanos amados, todo esto por causa de la salvación común y la fe común.
-- hasta el Foro de Apio (una aldea alejada de Roma unos 60 km.) y las Tres Tabernas (que se localizaba a unos 50 km. de Roma); -- La palabra latina "tabernae" no significaba "tienda donde venden por menor vino, aguardiente y otras bebidas", sino simplemente posada o tienda. Los cristianos de Roma habían oído mucho acerca de Pablo. La carta de él a esta iglesia fue escrita unos cinco años antes de esta fecha. Durante los siete días que estuvieron en Puteoli hubo tiempo para avisar a los hermanos de Roma que Pablo había llegado. Se dieron cuenta que llegaba como prisionero y al salir hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas demostraron su gran amor por él.
-- y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. - Pablo anhelaba ver a estos hermanos (Rom. 1:9-11; 15:23, 32). Ahora, por fin, se está realizando su deseo. Con razón Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo, porque la comunión con hermanos en Cristo siempre alienta. Los únicos miembros de la iglesia que no saben apreciar la comunión preciosa con hermanos fieles son los que no han crecido espiritualmente. Tal comunión es aun más preciosa cuando estamos lejos de nuestro hogar o cuando pasamos tiempos difíciles.
Posiblemente Pablo todavía no había aprendido la reacción de los hermanos romanos a la carta que les escribió. En esta carta Pablo vigorosamente se opone al judaísmo en la iglesia. ¿Cómo estaba la iglesia de Roma ahora? ¿Había sido engañada por los judaizantes? Con razón, "al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento".
28:16 -- Cuando llegamos a Roma, -- Esta es la última referencia a la presencia de Lucas con Pablo. El dice "llegamos", pero después de esto no sabemos más de Lucas hasta que Pablo escribiera a los colosenses (Col. 4:14) y a Filemón (v. 24).
-- el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, -- Pablo era un prisionero especial, y no fue tratado como los demás. Compárese 24:23; 27:3. El llegó a Roma como un romano no condenado que había apelado a César. El tratamiento especial de Pablo probablemente fue el resultado de la presentación de la carta de Festo y la recomendación de Julio quien podía decir con toda confianza que todos los 276 pasajeros del barco debían su vida a Pablo. Este arreglo favorable le permitió recibir a los hermanos. De esta manera Dios le concedió su deseo de conocer a estos hermanos (Rom. 1:9-11; 15:24).
-- con un soldado que le custodiase. -- Humanamente hablando podríamos exclamar ¡Qué injusticia que un hombre reconocido como inocente tuviera que ser custodiado! Pero esta situación humillante le facilitó oportunidades que no hubiera tenido como hombre libre. Como se ha observado desde el cap. 21 cuando él fue prendido, Pablo había cumplido al pie de la letra la profecía del Señor hecha a Ananías (9:15, 16), y ahora en Roma seguirá cumpliéndola al predicar a tantos hombres eminentes en la Ciudad Real. ¿A cuántos soldados llegó a conocer el apóstol durante esos dos años? Seguramente llegaron a ser buenos amigos. Turnaban los soldados que le custodiaban y cada soldado llegó a conocer a Pablo muy bien y tenía que escuchar su enseñanza "de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás" (Fil. 1:13). Ahora Pablo está en Roma, pero todavía es un prisionero; vive día y noche "con un soldado que le custodiase". ¿Qué puede hacer por Cristo en esta condición? Solamente sentarse encadenado a un soldado esperando la sentencia del emperador o esperando que Dios le concediera su libertad para poder seguir viajando y predicando el evangelio? Los siguientes versículos bien explican esta importante pregunta. El ministerio de Pablo en Roma como prisionero es uno de los más importantes capítulos de su ministerio.
28:17 -- Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, -- Si Pablo hubiera llegado a Roma como hombre libre -- como esperaba hacer -- habría ido directamente a las sinagogas de los judíos, pero siendo prisionero tuvo que invitarles a venir a él. Pablo practicó lo que predicó, de que el evangelio es el poder de Dios para salvación al judío primeramente (13:5, 14; Rom. 1:16). "Hay algo infinitamente maravilloso en el hecho de que hasta el fin de sus días, dondequiera que fuera, Pablo comenzaba con los judíos. Durante algo más de treinta años habían estado haciendo todo lo posible para estorbarle, arruinar su trabajo, y aun matarlo; y sin embargo, siempre les ofrecía su mensaje en primer lugar a ellos" (Barclay).
Hech. 18:2 dice que "Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma", pero ese edicto fue de poca duración. Ahora, diez años después, había muchos judíos en Roma. Había siete sinagogas en Roma; "los principales" eran los ancianos de las sinagogas.
-- a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo (los judíos), ni contra las costumbres de nuestros padres, -- no solamente no había hecho nada contra sus costumbres, sino también podía haber agregado que en esos momentos cuando los judíos le atacaron él estaba participando en una de las costumbres más importantes de su religión.
-- he sido entregado preso (21:33) desde Jerusalén en manos de los romanos; -- Debido a la persecución violenta de parte de los judíos de Asia y de Judea, Pablo estaba seguro de que habrían llegado a Roma falsos informes. El quería convencer a los judíos que las acusaciones hechas por los judíos de Asia y de Palestina contra su persona eran falsas y, desde luego, quería predicarles el evangelio y bien sabía que la predicación del evangelio no sería efectiva si no tenía buen testimonio personal. Muchos predicadores han sido sorprendidos "en alguna falta", pierden su influencia y para recobrarla les cuesta años de fidelidad y constancia (en realidad una influencia dañada nunca será como antes).
Pablo se expresó así a los judíos de Roma con otro propósito también: quería evitar que éstos provocaran al gobierno en su contra como lo habían hecho los judíos de Jerusalén y Cesarea.
Pablo no les da los detalles de cómo él había sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos. Los judíos no querían entregarle en manos de los romanos; más bien querían matarlo. El estuvo en manos de los romanos porque Claudio Lisias lo rescató cuando los judíos trataban de darle muerte (21:31-33; 22:27-36).
28:18 -- los cuales, habiéndome examinado (Félix, Festo, Agripa, 24:8-27; 25:6; 26:31, 32), me querían soltar (Festo y Agripa), por no haber en mí ninguna causa de muerte. -- Ningún magistrado romano de Judea le había condenado (compárese 13:28).
28:19 -- Pero oponiéndose los judíos -- ¡qué palabra más suave para describir la amarga enemistad y conducta de los judíos! Pablo no habla de la malicia de los judíos, sino que emplea una palabra suave ("oponiéndose"; "hablaron en contra de aquello", LBLA, margen). Las palabras de Pablo son muy conciliatorias. Los judíos se oponían a que Pablo fuese puesto en libertad.
-- me vi obligado a apelar a César (25:8-11); -- Pablo fue obligado -- forzado, compelido -- a apelar a César, porque las otras alternativas eran ser entregado al Concilio prejuiciado o ser sometido al ataque de asesinos.
-- no porque tenga de qué acusar a mi nación. -- Los romanos hubieran escuchado atentamente las acusaciones hechas por un ciudadano romano contra los judíos, pero a pesar de todas las injusticias practicadas contra su persona por los judíos, Pablo no tenía deseos de acusar a éstos, sino solamente hizo lo necesario para su propia protección. Los judíos fueron perseguidos por los romanos (18:2) y Pablo no quería dar otra ocasión a los romanos para que aumentaran esa persecución. Aunque los judíos de Asia y de Judea habían sido sumamente injustos en su trato de Pablo, él no se amargó ni buscaba venganza contra ellos.
28:20 -- Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; -- Quería explicar por qué había sido prendido y por qué estaba en Roma en cadenas, para que ellos no rechazaran su predicación del evangelio. El suponía que ellos sabían de algunas acusaciones contra él y quería refutarlas.
-- porque por la esperanza de Israel (la venida del Mesías y su reino, y la resurrección de los muertos) estoy sujeto con esta cadena -- (23:6; 24:15; 26:6, 7, 29). Se refiere a la promesa de Moisés y los profetas (26:22), la resurrección del Mesías que fue cumplida en Jesús. Los saduceos se oponían fuertemente a esta doctrina, pero los fariseos la aceptaban (23:6-9). Esto es el corazón del evangelio que fue predicado por los apóstoles a través del Imperio Romano.
28:21 -- Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas (documentos oficiales, acusaciones formales de parte del Sanedrín) acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. -- Los judíos de Asia y los de Palestina habían perseguido a Pablo con ferocidad, y ahora ¿por qué dejan de perseguirle? Seguramente sabían que Pablo no era transgresor ni siquiera de leyes judías ni mucho menos de leyes romanas. Sin embargo, nos extraña que no hayan hablado del caso de Pablo a los judíos.
28:22 -- Pero querríamos oír de ti lo que piensas (es decir, querían saber de la religión de Jesucristo); -- En esto los judíos de Roma manifiestan un espíritu justo y abierto. Por lo menos, están dispuestos a oír de labios de Pablo el evangelio de Jesucristo. Esto indica que Pablo fue el primer apóstol que llegó a Roma. De otro modo, si otro apóstol hubiera llegado, los judíos ya habrían oído de labios de él acerca del evangelio y la iglesia. No es que la iglesia de Roma hubiera descuidado su deber de enseñar a los judíos, sino que simplemente no había llegado a Roma ningún hermano de la capacidad de Pablo o de otro apóstol.
Sin duda la manera conciliatoria de Pablo les animó a escucharle. Hoy en día muchísimas personas rehúsan escuchar el evangelio de Cristo que tanto se ha criticado y calumniado.
-- porque de esta secta -- En el ver. 20 conecta la religión de Cristo con la esperanza de Israel. Estos judíos podían pensar, pues, que esta religión nueva era otra secta del judaísmo (como las sectas de los fariseos y saduceos). Véase 24:5, 14, notas sobre la palabra "secta"; aquí por segunda vez esta palabra se aplica -- muy incorrectamente -- a la religión de Cristo. La iglesia de Cristo no es -- y nunca fue -- una secta del judaísmo, sino más bien es el cumplimiento de la religión de los judíos revelada en el Antiguo Testamento. Pablo se refiere al evangelio como "la esperanza de Israel".
La iglesia estaba bien relacionada con la religión del Antiguo Testamento, la religión de los judíos, y por algún tiempo los cristianos frecuentaban el templo y las sinagogas, pero cada vez más la división entre el judaísmo y la iglesia se iba cristalizando debido a la rebelión de los judíos incrédulos.
-- nos es notorio que en todas partes se habla contra ella. -- Tanto romanos como judíos denunciaban la religión de Jesús. Los romanos decían que era una superstición detestable y criminal, pero estos judíos principales querían, por lo menos, escuchar a Pablo. Estos no compartían el deseo de los de Asia y Judea de perseguir a Pablo. Le escuchaban y algunos se persuadían pero aun los que no aceptaron su mensaje no iniciaron persecución contra él.
28:23 -- Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba (explicaba, 11:4; 18:26) y les testificaba el reino de Dios -- les explicaba la naturaleza verdadera del reino de Dios que es el reino del Mesías tan esperado y anhelado por los judíos. Les explicaba las figuras y sombras de la ley de Moisés (Heb. 8:5; 9:9, 10; 10:1-9, etc.) y la profecía de Isaías 53 que habla claramente de la muerte del Mesías para expiar los pecados del mundo. Lo que muchos judíos no tomaban en cuenta era la necesidad de que los pecados fueran expiados por el Mesías para que pudiera establecer su reino (su iglesia). También les explicó tales textos como Isa. 2:1-4; Daniel 2:44, 45, etc. que hablaban del reino de Mesías. Véase 17:3. En varios escritos de Pablo vemos claramente que los términos "reino" e "iglesia" se usan alternativamente (como también los términos "cuerpo", "casa", "templo", y "rebaño"). Desde luego, la afirmación de Jesús (Juan 18:36) indica claramente que su reino no es de este mundo, sino que es un reino espiritual, pero esto no fue un mensaje agradable a los oídos de los judíos.
-- desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles (intentando persuadirles) acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. -- No es posible predicar el reino sin predicar acerca del Rey (no puede haber reino sin rey).
Quería persuadirles que Jesús de Nazaret cumplió perfectamente los tipos y sombras de la ley como también todas las profecías que hablaban de su Mesías (Luc. 24:27, 44). Lucas no relata aquí el discurso de Pablo pero tenemos sus explicaciones no solamente en otros capítulos de Hechos sino también en sus cartas.
28:24 -- Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían. -- El evangelio siempre divide (Mat. 10:34-37). Hay cuatro clases de oyentes según la parábola del sembrador (Mat. 13:1-9; 18-23). Lucas emplea verbos de tiempo imperfecto porque el trabajo de Pablo no terminó ese día. "Los verbos en imperfecto indican una lucha prolongada entre la fe y la incredulidad" (Bonnet). Lucas no da porcentajes de los que asentían y de los que no creían, sino simplemente dice "algunos" y "otros", pero gracias a Dios por los "algunos" que asentían. Al recordar que estos son los judíos principales de la ciudad de Roma, podemos contemplar el éxito del trabajo de ese día y días subsecuentes, porque los que asentían podían convencer a grandes números en sus respectivas sinagogas.
28:25 -- Y como no estuviesen de acuerdo (sin simpatía, fuera de armonía, disonante, discordante - ATR) entre sí, -- entre los judíos mismos -- "algunos" que asentían y "otros" que no creían -- hubo desacuerdo (compárese 23:7). Como Pablo explica a los corintios, "Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida" (2 Cor. 2:15, 16).
-- al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: -- Podía haber añadido muchos otros textos para persuadirles, pero con una profecía más bastaba.
-- Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías (6:9, 10) a nuestros padres, diciendo: -- Como Pablo les había mostrado muchos textos del Antiguo Testamento que se cumplieron, también agrega otra profecía de Isaías que en esos momentos se cumplía entre ellos mismos. Con esta profecía Pablo les exhorta a no rechazar la palabra de Dios, porque de esa manera iban a repetir el error de sus antepasados. Los que no aprenden por las experiencias amargas de sus antepasados están destinados a sufrir las mismas consecuencias. El que no aprende de la historia está destinado a repetirla.
28:26 -- Ve a este pueblo, y diles: -- Es una solemne endecha por la condenación de los judíos por su rechazamiento del Mesías, predicho con tanta anticipación por Isaías (ATR). Como Lenski comenta, este texto bien ilustra la inspiración verbal. El Espíritu Santo habló por la boca de Isaías, dándole el mensaje de Dios, palabra por palabra. Le dijo exactamente qué palabras debería decir al pueblo.
-- De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; -- Estas palabras del Espíritu Santo no solamente describen la rebelión del pueblo de Israel, sino que son palabras de juicio sobre ellos. Por mucho tiempo habían rehusado entender y obedecer la voluntad de Dios, y ahora el juicio sobre ellos es según la naturaleza de su rebelión: no querían entender y ahora no entenderán nunca. Es semejante a lo que Pablo dice en Rom. 1:24, 26, 28, "Dios los entregó ... " a las consecuencias de su conducta. ¡Qué peligroso es no ver con los ojos, oír con los oídos y entender con el corazón cuando se nos presenta el evangelio! Porque llegará el momento cuando Dios mismo, de una manera definitiva, cerrará tales ojos y tapará tales oídos. Tales personas han sido muy abusivas con la gracia de Dios y juegan con su eterna salvación. Jesús dijo a los judíos, "¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta" (Mat. 23:37, 28); es decir, a tales personas solamente les espera el juicio de Dios.
28:27 -- Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. -- (Mat. 13:14, 15; Mar. 4:12; 7:6, 7; Luc. 8:10; Jn. 12:39, 40). Este texto profético indica que comúnmente el pueblo de Israel rechazaba la palabra de Dios. De esto los profetas hablaban continuamente. De esto habló Esteban (Hech. 7:51). Era una característica sobresaliente de la nación de Israel. Pablo desarrolla este tema ampliamente en Rom. 9-11 y cita esta profecía en 11:8. Este texto que tan frecuentemente se cita en el Nuevo Testamento demuestra claramente el error del calvinismo que tanto recalca la llamada "primera obra de la gracia" que convierte el corazón del hombre; es decir, que Dios mismo obra directamente para despertar en el corazón de los elegidos la fe y el amor para que crean. Según esa teoría, Dios sería culpable de no obrar directamente sobre los corazones de la mayoría de los judíos para que creyeran, pero Isaías, Jesús y Pablo no eran calvinistas. Más bien, enseñaron que los judíos mismos eran completamente responsables. El mensaje claro de esta profecía es que los judíos no querían creer en Cristo y no querían arrepentirse. La característica predominante de los judíos fue la rebelión.
28:28 -- Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán (13:46; 18:6). -- Los judíos eran los herederos del reino. El evangelio fue predicado primero a ellos, pero la existencia del reino no dependía de ellos, porque los gentiles aceptarían el evangelio. El que predica el evangelio no debe desanimarse -- nunca -- porque siempre habrá gente que escuchará y se salvará. Lamentablemente hay hermanos -- mayormente en la "obra local" -- que vuelven y vuelven a las mismas personas tratando de convertirles o restaurarles, cuando hay muchas otras personas que con todo gusto oirían si se les predicara. ¿Cómo es posible que algunas personas -- sean inconversos o hermanos -- tengan el derecho de oír el evangelio docenas de veces cuando otras personas no lo han oído ni una sola vez? Si los predicadores que hacen el papel de pastores y siguen año tras año trabajando con unas pocas personas en la "obra local", no deben nunca quejarse del desaliento, etc. Si quieren animarse en la obra, que busquen gente nueva que no ha oído el evangelio.
28:29 -- Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí (LBLA, margen, Los mss. más antiguos no incluyen este vers). -- Esta frase que es de origen dudoso no añade nada de importancia, pues el ver. 25 ya indicó que hubo desacuerdo entre ellos mismos y esto fue indicado por sus discusiones unos con otros.
28:30 -- Y Pablo permaneció dos años enteros -- Otra vez Lucas no nos dice por qué fue así, pero se supone que los judíos simplemente no hicieron nada y que, por falta de acusadores, Pablo todavía no podía ser juzgado. En una ocasión Claudio "había mandado que todos los judíos saliesen de Roma" (Hech. 18:2) y se puede suponer que cuando Pablo llegó, todavía no eran populares en la Ciudad Imperial. Desde luego, a los judíos no les gustó que Pablo apelara a César; no les interesaba que Pablo fuera juzgado con justicia, sino solamente que les dieran la oportunidad de matarlo.
-- en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, -- Estos eventos no sucedieron simplemente "por casualidad" o "por suerte"; más bien se ve otra vez la providencia de Dios. Dios quería que antes de terminar su obra terrenal Pablo predicara a mucha gente -- tanto a los gentiles como a los judíos -- en esa gran ciudad. Pablo no tuvo libertad para salir para predicar donde él escogiera, pero sí "recibía a todos los que a él venían" y, sin lugar a dudas, fueron muchos los que aprovecharon esta oportunidad de sentarse a los pies de este gran maestro de la Palabra.
Pablo estaba muy limitado en cuanto a sus actividades, pero al mismo tiempo conviene recordar que él gozaba de la protección de Roma. A través de su ministerio hemos visto el sufrimiento de Pablo (descrito, p. ej., en 2 Cor. 11:23-28), pero durante estos años nadie podía molestarle.
28:31 -- predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, -- Fil. 1:12-14; 4:22 y otros textos indican el éxito de su ministerio durante este tiempo. Pablo no solamente enseñaba personalmente a mucha gente, sino que también se dedicó a escribir.
Es importante comentar que durante estos dos años Pablo escribió algunas de las cartas del Nuevo Testamento: Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón. (Si Pablo es el autor de Hebreos, es probable que esta carta también fuera escrita durante este tiempo).
Durante este tiempo él llegó a tener muchos colaboradores que le servían y que llevaron mensajes entre él y las iglesias. Lucas era su compañero constante (Col. 4:14); Timoteo estuvo con él según las salutaciones a los colosenses, a Filemón y a los filipenses; Marcos se incluye en la salutación a los colosenses (4:10); también Aristarco (Filemón 24); Demas estuvo con él (Col. 4:10); Col. 4:12 dice, "Os saluda Epafras, el cual es uno de nosotros"; Tíquico se menciona en Efes. 6:21; Col. 4:7; y Fil. 2:25-30 describe el servicio de Epafrodito, el mensajero de la iglesia de Filipos.
-- abiertamente y sin impedimento (sin estorbo, LBLA). -- Cuando Pablo estuvo anunciando el evangelio en sus tres viajes, él fue estorbado muchas veces en muchos lugares, pero aquí en Roma no fue así aunque era prisionero. Estas palabras son significativas en cuanto al propósito de Lucas de convencer a Teófilo y a todo el mundo que la religión de Cristo no era ilegal, porque Pablo predicaba todos los días en la presencia de soldados. Así pues los oficiales sabían perfectamente lo que Pablo hacía y no hicieron nada para impedirlo. También la frase "sin impedimento" o estorbo es significativa, porque como Pablo dijo a Timoteo (2a carta, 2:9), "la palabra de Dios no está presa". Es admirable que los romanos no le impidieran, pero también es admirable que Pablo llevara a cabo un ministerio tan eficaz bajo estas circunstancias. Sus prisiones no impedían, sino que dieron ímpetu a la obra (Fil. 1:12-14).
Pablo era un gran predicador a pesar de sus prisiones. "Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones" (Filemón 10). "Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César" (Fil. 4:22). "De tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás" (Fil. 1:13). Durante esos dos años escribió a los filipenses, a los colosenses, a Filemón y posiblemente la carta a los efesios (y la carta a los hebreos si Pablo fue su autor).
Por lo tanto, recordemos que aunque a veces nos encontramos limitados por circunstancias desfavorables, nadie ni nada puede evitar que demos un buen servicio a Dios.
Conclusión.
A. ¿Por qué termina Lucas su relato de esta manera, dejándonos con tantas preguntas sin respuesta, especialmente acerca de Pablo? Porque él escribió con un propósito fijo, y ese propósito fue realizado perfectamente.
Robertson da un comentario bueno e interesante para probar que este libro no es una "obra inacabada". "Page rechaza la conclusión de que este libro es una obra inacabada. Cierra con el estilo de una obra concluida. Concuerdo con Harnack en que Lucas escribió los Hechos durante este período de dos años en Roma, y que no llevó los acontecimientos más adelante porque no había acontecido nada más. Pablo seguía estando preso en Roma cuando Lucas finalizó su libro. Pero había llevado a Pablo a 'Roma, la capital del mundo' ... El evangelio de Cristo había alcanzado Roma. Para conocer la suerte de Pablo tenemos que ir a otras fuentes. Pero Lucas tenía a Pablo presente al llevar los Hechos a su triunfante final. Ramsay puede dar abundantes pruebas de que Lucas es el más grande de todos los historiadores. Más allá de toda duda su posición queda muy elevada, y el mundo nunca podrá pagar la deuda que tiene a este culto médico que escribió el Evangelio y los Hechos".
Barclay también hace un comentario alentador. Al comentar sobre la frase "abiertamente y sin impedimento", dice, "Es el punto culminante de la historia de Lucas. Nos preguntamos por qué razón nunca nos relató qué fue lo que sucedió con Pablo, si fue ejecutado o puesto en libertad. La razón es que ese no era el propósito de Lucas. Al comienzo nos dio un plan de Hechos cuando nos relata que Jesús encomendó a todos sus hombres para que predicaran en Jerusalén, en Judea, en Samaria y en los confines de la Tierra (Hechos 1.8). La historia ha terminado; comenzó en Jerusalén casi treinta años atrás y ha finalizado en Roma ... La historia del Crucificado de Nazaret había recorrido todo el mundo en su curso de conquista y ahora abiertamente y sin impedimento se estaba predicando en Roma, la capital del mundo. El evangelio ha alcanzado el centro del mundo y se lo puede proclamar libremente, y la tarea de Lucas ha terminado".
Lucas nos ha dado un relato completo y confiable de la venida del Espíritu Santo, del plan de salvación, explicado y demostrado en varios casos. Ha revelado mucha información acerca de la iglesia del Señor: de su establecimiento -- como también de su culto, organización y obra -- y cómo fue perseguida y cómo creció tanto en número como espiritualmente. Nos llevó con Pablo y sus compañeros en sus viajes para predicar el evangelio en ciudad tras ciudad y país tras país hasta llegar a Roma. Allí Lucas lo deja. Lo que pasaría a Pablo después de esta fecha es asunto de opinión. Lo importante es que Pablo estaba listo para el encuentro con su Señor (Fil. 1:23; 2 Tim. 4:7, 8) y la resurrección final (1 Cor. 15:50-57; Fil. 3:21).
B. Recordemos siempre lo que Pedro nos dice: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia" (2 Ped. 1:3). Tenemos la plena seguridad de que no nos falta nada con respecto a "las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad". La Biblia no fue escrita para contestar toda pregunta que se pueda hacer, sino para revelar las cosas que son necesarias para nuestra salvación.
C. Sin embargo, en cuanto a la vida de Pablo después de los dos años mencionados en Hech. 28:30, 31, sabemos lo siguiente:
1. Pablo expresó en sus cartas la esperanza de ser puesto en libertad. (Fil. 1:19, 25; 2:24, "confío en el Señor que yo también iré pronto a veros"; Filemón 22, "prepárame alojamiento").
2. Visitó la isla de Creta (Tito 1:5). Si no la visitó después de los dos años en Roma, ¿cuándo lo hizo?
3. 2 Tim. 4:13, "Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas". ¿Cuándo? V. 20, "Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo". "Este versículo es irreconciliable con que fuese el primer encarcelamiento desde el cual escribe ahora, porque no pasó Pablo por Corinto o Mileto en su viaje a Roma cuando estaba por ser encarcelado por primera vez" (JFB).
4. El encarcelamiento de Hech. 28:30, 31 y el encarcelamiento del cual Pablo habla en 2 Timoteo son muy diferentes: 2 Tim. 2:9, "sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor"; 2 Tim. 1:17, Onésimo "me buscó solícitamente y me halló" (según Hech. 28:30, 31 no parece que hubiera habido problema para encontrar a Pablo. Todos los hermanos -- y aun los judíos incrédulos -- sabían donde vivía).
5. Cuando escribió esta segunda carta a Timoteo, no dijo nada de estar predicando durante su encarcelamiento como hizo según Hech. 28: 30, 31.
6. En lugar de tener muchos compañeros (como en Hech. 28:30, 31) él dice, "sólo Lucas está conmigo" (2 Tim. 4:11).
7. En lugar de esperar liberación, bien sabía que le esperaba la muerte (2 Tim. 4:6-8).

Hechos Cap 27

Hechos 27
27:1 -- Cuando se decidió (véase 23:11; 25:12) que habíamos de navegar para Italia -- Por lo menos dos hermanos acompañaron a Pablo en este viaje: Lucas está nuevamente con Pablo (compárese 16:9-16; 20:5-21:17); también Aristarco (Col. 4:10; Filem. 24) les acompaña (27:2). Lucas escribió este relato, pues, como testigo ocular.
-- entregaron a Pablo y a algunos otros presos -- Jesús tuvo que sufrir entre dos criminales; muchos presos de las provincias se llevaban a Roma para pelear con animales para la diversión de los romanos.
-- a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta. -- La Biblia habla favorablemente de varios centuriones: véanse Mat. 8:5; 27:54; Hech. 10; 23:17.
La providencia de Dios se ve claramente en el asunto de llevar a cabo la promesa hecha a Pablo por el Señor en Hechos 23:11 ("... es necesario que testifiques también en Roma"). Dios obró por medio de varios factores que son como eslabones en esta cadena de eventos: (1) el odio de los judíos (querían matar a Pablo); y, por eso, (2) Claudio Lisias, el tribuno romano, le tuvo que rescatar y proteger una y otra vez; (3) la avaricia de Félix, pues dejó preso a Pablo por dos años, esperando recibir dinero de él; (4) la indecisión de Festo; y, (5) la ciudadanía de Pablo y su derecho de apelar a César cuando veía que no había justicia ni con judíos ni con romanos.
27:2 -- Y embarcándonos en una nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica (20:4; Col. 4:20; Filemón 24). Sin duda alguna la presencia de estos dos compañeros (Lucas y Aristarco) fue mucho consuelo para Pablo.
27:3 -- Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos (24:23; Juan 15:14; 3 Jn 15) para ser atendido por ellos. Aunque Pablo era prisionero se le concedió mucha libertad para visitar a los hermanos y seguir predicando el evangelio a muchos (24:23; 28:16). Véanse también los versículos 43, 44 y 28:16. En primer lugar, la ciudadanía romana de Pablo tuvo que ser respetada, pero también es probable que por escuchar a Festo (y tal vez al rey Agripa) Julio se dio cuenta de la inocencia de Pablo.
27:4-6 -- Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios. Habiendo atravesado el mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia. Y hallando allí el centurión una nave alejandrina (Alejandría fue un puerto de Africa) que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella. Cargaba trigo (v. 38). Roma importaba grandes cantidades de trigo y otros alimentos de Egipto.
27:7 -- Navegando muchos días despacio, y llegando a duras penas frente a Gnido, porque nos impedía el viento, navegamos a sotavento de Creta, frente a Salmón. -- Hicieron lo mejor que pudieran frente a esos "vientos contrarios". (¡Cuánto más nosotros debemos seguir "navegando" hacia adelante a pesar de vientos contrarios!)
27:8, 9 -- Y costeándola con dificultad, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea. Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba -- el "ayuno" se refiere al día de expiación (séptimo mes, décimo día), a fines de septiembre o a principios de octubre. En esa área entre noviembre y marzo se suspendía la navegación, y aun desde a mediados de septiembre fue muy peligrosa.
27:10 -- diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas. -- ¡El preso Pablo aconsejaba a los profesionales! Esta predicción de Pablo se cumplió: se perdió la nave con su carga, y todos los pasajeros sufrieron bastante aunque por la bondad de Dios no perdieron su vida (ver. 22, 44). Pablo no solamente era un hombre muy inteligente, sino también tenía mucha experiencia. Según 2 Cor. 11:25 (escrita antes de los eventos de Hechos 27) él ya había sufrido naufragios tres veces. El conocía el mar, los vientos y barcos y sabía que el tiempo ya había pasado para navegar con seguridad.
27:11 -- Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía. -- Desde este momento en adelante Pablo demostró que él tenía más capacidad para dirigir que los encargados (el capitán, el piloto, el centurión). El centurión tenía mucho aprecio por Pablo y lo trataba humanamente, pero él creía que era más razonable escuchar "al piloto y al patrón" (los profesionales) y no a Pablo. Al rechazar el consejo de Pablo, los oficiales perdieron su gran oportunidad. Como millones hoy en día, son advertidos pero no escuchan y tienen que sufrir las consecuencias. La lección para el mundo es que el consejo de un hombre de Dios sobre cualquier tema se debe tomar en cuenta.
Pero hay una lección valiosa aquí para nosotros. Algunos de los que deben saber más (que se consideran "profesionales") no son guías confiables. Por lo tanto, la Biblia requiere que cada persona estudie, piense y razone por sí misma (1 Jn. 4:1; 1 Tes. 5:21, etc.)
27:12 -- Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí. -- Así es la mayoría de la gente: buscan solamente lo conveniente y hacen caso omiso de lo seguro. ¡Cuántas veces se equivoca "la mayoría"! No podemos seguir "a los muchos" (Ex. 23:2), porque los muchos escogen el camino incorrecto (Mat. 7:13), el camino que a ellos les parece "derecho" pero "su fin es camino de muerte" (Prov. 14:12).
27:13 -- Y soplando una brisa del sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e iban costeando Creta. -- Esta brisa fue simplemente la calma que precedió a la tormenta. ¡Les pareció bueno pero fueron engañados! "Levaron anclas" y salieron "viento en popa". Estuvieron tan seguros de poder llegar fácilmente a su destino que ni siquiera alzaron el esquife (v. 16). La distancia entre Buenos Puertos y Fenicia era apenas unos sesenta y cinco kilómetros; fácilmente llegarían en unas tres o cuatro horas. ¡Así les pareció! ¡Así pensaron! ¡Mucho cuidado con la "brisa del sur"! Muchos son llevados por vientos engañosos (Efes. 4:13, 14).
27:14 -- Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón (este-noreste). -- Esto ocurrió "no mucho después". Compárese Heb. 11:25, "los deleites temporales del pecado"; es cierto que sopla "una brisa del sur" por un tiempo. Hay deleites en el pecado por un tiempo. Esto no se puede negar. Pero pronto viene el "viento huracanado" y luego, ¿qué pasa con la "brisa del sur"? La brisa del sur es pura "carnada" para seducir a los marineros de esta vida a salir de los Buenos Puertos, el lugar de seguridad, para que sean llevados por el "viento huracanado". Los más engañados son los jóvenes que creen que para ellos la "brisa del sur" soplará por largos años, que algún día, ya después de disfrutar de la vida habrá tiempo para buscar un puerto seguro. ¡Qué viento tan engañoso!
27:15 -- Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa al viento (no pudieron verlo ojo a ojo), nos abandonamos a él y nos dejamos llevar. -- Ya no podían llegar a su destino deseado (Fenicia) ni tampoco volver al puerto seguro; "nos dejamos llevar", víctimas indefensas de una tempestad cruel, hasta naufragar en lugares desconocidos (ver. 39).
27:16 -- Y habiendo corrido a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife. -- "Pudimos" indica que Lucas hizo su parte del trabajo (véase el v. 19). El "esquife" era el bote salvavidas.
27:17 -- Y una vez subido a bordo, usaron de refuerzos (sogas, cables) para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la (los bancos de, LBLA) Sirte (en el agua baja había bancos de arena movediza), arriaron las velas (echaron el ancla flotante, LBLA; margen, O, posiblemente, la vela; aparejos, VM, VHA) y quedaron a la deriva (la nave se llevó cada vez más lejos de Fenicia). -- La diferencia entre las versiones en cuanto a bajar las velas tiene que ver con el problema de la dirección del barco, porque no habrían tenido control alguno del barco si hubieran bajado todas las velas. Para evitar los bancos de arena que quedaron al sudoeste tuvieron que usar las velas de tormenta para apuntar la nave casi directamente hacia el viento para que los llevara hacia el oeste y un poco nordeste. Es probable que La Versión Moderna y la Versión Hispano-americana tengan razón: dicen que bajaron los "aparejos".
Ahora Lucas dice "usaron" y "arriaron" (no se incluye a sí mismo) porque habla del trabajo que solamente los marineros entendían.
27:18 -- Pero siendo combatidos (como pelota de fútbol, de una ola a otra) por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar, (compárese Jonás 1:5, la misma expresión). -- De esta manera -- figurativamente -- durante las tempestades furiosas de la vida tenemos que alijar: "despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante" (Heb. 12:1). Pablo dice que "los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición" (1 Tim. 6:9). Los tales deberían descargar las cosas que les pueden hundir (compárese Mat. 19:21, 22). Muchos dicen ser dueños de cierto capital, cuando en realidad el capital es dueño de ellos.
27:19 -- y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave (es decir, los muebles, camas, mesas, sillas, equipo y equipaje, todo lo que pudiera eliminarse). -- Aquí está un buen ejemplo de lo que Satanás dijo: "todo lo que el hombre tiene dará por su vida" (Job 2:4). ¡Qué bueno si los hombres estuvieran dispuestos a dar todo para salvar su alma!
27:20 -- Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días (por eso sin medios de navegación), y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. -- Todavía no se sabía nada de sextantes, cartas y brújulas. Tenían que estudiar la posición del sol y de las estrellas, pero el cielo estaba completamente cubierto. Así es el cielo de la mayoría de la gente: completamente nublado por causa de la ignorancia y el pecado (sin hablar de las consecuentes tribulaciones). ¡Cuántos navegan sin carta y brújula! Como dice el himno la palabra de Dios es "norte y guía" para el cristiano. El cuadro presentado aquí de estos marineros y sus pasajeros es precisamente la condición del mundo sin Cristo: todos son acosados por las tempestades de la vida y no hay "ni sol ni estrellas" para guiarles. Por eso, viven desesperados.
Entonces, a los tales Dios ofrece consuelo cuando se pierde toda esperanza, es decir, cuando los hombres se dan cuenta que ya no pueden depender de sí mismos (2 Cor. 1:8, 9). Como la "brisa del sur" precedió a la tormenta, también el momento más oscuro frecuentemente precede al consuelo de Dios.
27:21 -- Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos (no por falta de comida, v. 38), puesto en pie en medio de ellos, dijo: -- Ahora Pablo tomó su lugar debido como el más inteligente, el más capacitado, el más responsable, para tomar la dirección de esa situación desastrosa. Cuando él les habló la primera vez, sabía lo que decía. Tenía razón y ahora -- ya muy tarde -- todos lo saben. Nadie le dijo que no tenía el derecho de hablar, sino que le escucharon.
-- Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. -- Dice en efecto, ¡se lo dije! pero se lo dijo con el propósito de que ahora le escucharan. Se equivocaron por no escucharle y no convenía que se equivocaran otra vez. Por estar cerca de Dios y por poner toda su confianza en Dios, desde ese momento, verdaderamente Pablo se encargó de todo y llegó a ser prácticamente el comandante de la nave.
27:22 -- Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. -- Por causa de la presencia de Jonás los marineros estuvieron en peligro de perder sus vidas, pero por causa de la presencia de Pablo los marineros se salvarán. (La única semejanza entre Jonás y Pablo es que después de sus respectivas experiencias los dos fueron a predicar de acuerdo al mandamiento de Dios, Jonás a Nínive, Pablo a Roma).
27:23 -- Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios -- el v. 10 registra la opinión de Pablo basada en su experiencia pero ahora habla por inspiración divina; antes les habló como hombre inteligente de mucha experiencia, como hombre de carácter y digno de guiar a otros, pero ahora les habla con aun más fuerza porque es portavoz de un mensaje de Dios.
-- de quien soy (por los derechos de redención) y a quien sirvo -- esta es una expresión magnífica de la entrega total de Pablo al Señor, Gál. 2:20 (Harkrider). Compárese Isa. 43:1.
27:24 -- diciendo: Pablo, no temas -- esto no necesariamente implica que Pablo temía ni que se puede comparar con los otros apóstoles, Mat 8:26.
-- es necesario que comparezcas ante César -- el Señor consoló a Pablo recordándole que él tenía que comparecer ante César (como ya le había dicho, 23:11). Ninguna tempestad podía evitarlo.
-- y he aquí, Dios te ha concedido (como regalo) todos los que navegan contigo -- ¡276 hombres salvos por causa de Pablo! Esta promesa indica que Pablo había rogado por todo el grupo, incluyendo a los otros presos y que Dios le concedió su petición. Esto demuestra la paciencia de Dios porque El no quiere que nadie perezca sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Ped. 3:9, 15). Estos oficiales, marineros, soldados, presos y los otros pasajeros recibieron más tiempo para obedecer a Dios.
¡Qué bendición para aquellos marineros, soldados y prisioneros tener a Pablo en el barco! Por causa de él todos fueron salvos. Esto bien ilustra la importancia del cristiano en medio de un mundo perverso. Jesús dice que somos luz y sal (Mat. 5:13-16). Sin reconocerlo los mundanos reciben muchos beneficios por la presencia de gente justa. Pablo casi murió por estar entre presos, pero entonces éstos se salvaron por causa de él (Henry).
¡He aquí la importancia de un solo justo! ¿Qué dijo Dios a Abraham acerca de Sodoma? (Gén. 18:32) Dijo Abraham, "Señor ... quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez". Véase también Jer. 5:1, "Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré". ¡Por un solo hombre justo Dios estaba dispuesto a perdonar a Jerusalén! Me pregunto en este año 1994, "¿Por cuántos justos perdonarán Dios a Estados Unidos para no destruir esta nación?" Lo que me consuela es este pensamiento: "Más fácil es que sean muchos malos salvos con un pequeño número de píos, que el que perezca un solo piadoso con muchos culpables" (Bengel, citado por Bonnet).
¿Cuántos hijos saben la importancia de tener padres piadosos? ¿Cuántos trabajadores aprecian a los patrones o empresarios que son justos y los tratan con respeto y consideración? ¿Cuántos aprecian a sus vecinos cristianos que son respetuosos y confiables? Las bendiciones que Dios derrama sobre sus hijos caen también sobre otros que están asociados con ellos.
27:25 -- Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho. -- Pablo no tenía confianza en sí mismo (2 Cor. 1:8, 9), sino en Dios, sabiendo que siempre ha sido fiel. Véanse Gén. 3:15; 12:1-3; Isa. 2:2-4; Isa. 53; Heb. 4:12. Por lo tanto, nosotros podemos decir con Pablo: "yo confío en Dios que será así como se me ha dicho", p. ej., lo que nos dice en Hech. 1:9-11; 2 Tes. 1:7-10; 2 Ped. 3:10; etc.
27:26 -- Con todo, es necesario que demos en alguna isla. -- Dios provee el refugio. Es probable que todos hayan tomado en serio lo que Pablo dijo; que sepamos nadie se burlaba.
27:27 -- Venida la decimocuarta noche, y siendo llevados a través del mar Adriático, a la medianoche los marineros sospecharon que estaban cerca de tierra (presentían que se estaban acercando a tierra, LBLA; margen: Lit., que alguna tierra se acercaba a ellos); -- porque el oído de los marineros estaba entrenado para discernir los sonidos del mar, especialmente el sonido de las olas rompientes.
27:28, 29 -- y echando la sonda, hallaron veinte brazas; y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazas. Y temiendo dar en escollos, echaron cuatro anclas por la popa, -- "Normalmente las anclas se echaban (y se echan) por la proa, pero era necesario mantener el barco en línea con el viento y el empuje de las aguas, con la proa hacia la tierra, en espera de la posibilidad de encallarlo a la luz del día" (Trenchard).
-- y ansiaban que se hiciese de día (Lit., oraban para que se hiciera de día, LBLA). -- Los paganos oraban a sus dioses. En tales tormentas casi cualquier hombre orará a algún dios.
¿Qué tan segura es el ancla nuestra? Heb. 6:18. Seguramente el ancla espiritual de Pablo -- su esperanza viva -- le sostuvo a través de este y los otros naufragios, como también en todas las demás pruebas (2 Cor. 11:24-28). El Sal. 91 da mucho consuelo para los hijos de Dios en tiempos tempestuosos.
27:30 -- Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar las anclas de proa. -- Estos marineros eran hombres crueles, ingratos y egoístas. Creían que el barco ya no aguantarían más, que en cualquier momento se rompería en mil pedazos, y ellos pensaban solamente en sí mismos. Estos marineros estaban dispuestos a abandonar a los demás a merced de la tempestad. Así son muchos de los "compañeros" mundanos de la actualidad: traicioneros, hostiles, egoístas, inhumanos y crueles.
27:31 -- Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros. -- ¿Por qué no habló con el piloto y el dueño del barco? Obviamente eran cómplices porque los marineros no podían echar el esquife al agua para largar las anclas de la proa sin autorización de los oficiales. Por eso, Pablo habló con el centurión y los soldado y les dijo, "Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros". Solamente los marineros podían conducir la nave de la manera que se observa en los siguientes versículos. Si hubieran abandonado a los otros, ¿qué esperanza habrían tenido de salvarse?
Lucas no dice si Pablo tuvo ayuda de Dios para descubrir este mal, pero en realidad, como ya se comentó, Pablo era un hombre muy inteligente, y no tuvo que ser inspirado para detectar esa táctica diabólica.
Pablo tenía plena confianza en la promesa de Dios de que él llegaría a Roma, pero siguió poniendo su parte. No fue pasivo en este plan de Dios, sino que en cada paso él actuó como si dependiera solamente de sí mismo. Hech. 23:16-21 explica cómo Pablo puso su parte para que fallara el complot de los judíos. "La agencia divina y la instrumentalidad humana están en todos los eventos de la vida tanto como en este caso" (JFB).
Dios había prometido que todos serían salvos, pero fue una promesa condicional. Todos tuvieron que permanecer en la nave, como Noé y familia tuvieron que estar en el arca, y como nosotros tenemos que permanecer en Cristo (y, por lo tanto, en la iglesia), porque fuera de El no hay salvación. Desde luego, la promesa de la segunda venida de Cristo no depende de nosotros, pero la salvación nuestra sí depende de nosotros.
27:32 -- Entonces los soldados cortaron las amarras del esquife y lo dejaron perderse. -- Imagínese la frustración de los marineros y el enojo de los soldados. Aparentemente los soldados no pensaron en la necesidad del esquife para salvarse -- dudo que Pablo quisiera cortar las amarras del esquife -- sino solamente en parar a los marineros. Entonces los marineros tuvieron que trabajar duro para salvar su propia vida y al mismo tiempo salvaron a los demás.
27:33 -- Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada. -- Pablo sigue siendo el comandante. Bien sabía que para escapar del barco y llegar a tierra tenían que comer porque en su condición debilitada fácilmente se hubieran ahogado. También al hacer esto dejarían de pensar tanto en los problemas.
27:34 -- Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud (supervivencia, LBLA); pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá. -- Pero les esperaba trabajo duro y para ello necesitaban alimentación. Pablo era un hombre práctico. Sabía que Dios es cumplido, pero sabía que también la gente tenía que poner la parte que le correspondía.
27:35 -- Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer. -- Para poder comer durante una tempestad tan feroz Pablo tenía que poseer la calma vista en Jesús durante otra tempestad (Mar. 4:37, 38). Recuérdese el Sal. 46. De esta manera pública Pablo declaró su dependencia de Dios y su gratitud por su misericordia. No se avergonzó de orar delante de los inconversos.
27:36 -- Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también. -- Que sepamos no había otros cristianos en el barco excepto Pablo, Lucas y Aristarco. Los demás eran paganos. Sin embargo, todos se han calmado y se han alentado por el ejemplo y por las palabras de Pablo.
27:37-42 -- Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis. Y ya satisfechos, aligeraron la nave, echando el trigo al mar. (Entre más ligero el barco, más cercano llegaría a la costa). Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero veían una ensenada (bahía, LBLA) que tenía playa, en la cual acordaron varar (lanzar, LBLA), si pudiesen, la nave. Cortando, pues, las anclas, las dejaron en el mar, largando también las amarras del timón; e izada al viento la vela de proa, enfilaron hacia la playa. (Desde luego, se cortaron las anclas debido a su peso excesivo y porque ya no se podrían usar más). Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la popa se abría con la violencia del mar. Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando. -- La ley romana fue muy estricta: los soldados pagarían con sus propias vidas si los presos escaparan (16:25-28). Pero lo muy cruel de ellos se ve en que estaban dispuestos a matar a Pablo por el cual Dios estaba salvándoles.
27:43 -- Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo les impidió este intento, -- es obvio que el centurión quedó profundamente impresionado por el carácter y conducta de Pablo. Los valientes entienden y saben apreciar la valentía en otros. El centurión de Luc. 7, un hombre que tenía mucha autoridad, entendía y sabía apreciar la autoridad de Jesús. Por segunda vez los prisioneros fueron salvos por Pablo.
-- y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra -- Los soldados, siendo hombres disciplinados y entrenados para tales peligros, llegarían pronto a la costa para encargarse de los prisioneros. Este plan indica mucha inteligencia de parte del centurión y evitó una gran matanza.
Para salvar a Pablo (un solo hombre) el centurión estaba dispuesto a salvar a todos los presos.
27:44 -- y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra. -- ¡Qué conclusión más sencilla! Es una frase muy sencilla pero está muy llena de significado. De esta manera la palabra de Dios se cumplió (ver. 22-24). Entonces Pablo, el prisionero, llega a ser Pablo el héroe, Pablo el ejemplo, y Pablo el guía de todos. ¿Por qué? Porque de todo corazón pertenecía a Dios ("de quien soy a a quien sirvo") y de todo corazón confiaba en Dios, "que será así como se me ha dicho".
Observaciones finales: Pablo era un gran conductor de hombres porque él mismo fue guiado por Dios (Barclay). Pablo era un "hombre" en el sentido más noble de la palabra. El dice (1 Cor. 15:10), "por la gracia de Dios soy lo que soy".
Verdaderamente demostró esa gracia en su comportamiento durante este naufragio. Con fuerza y dignidad hizo el papel de comandante del barco.
En varios textos Pablo se refiere a sus tribulaciones y explica los beneficios de ellas (p. ej., Rom. 5:3-5; 2 Cor. 12:8-10).
Sin duda alguna Dios salvó a los 276 que estuvieron en el barco, pero cuando Pablo se encargó él puso condiciones (lo que el hombre tiene que hacer): que no salieran los marineros del barco, y que todos comieran.
Por último, este capítulo bien ilustra lo que Pablo dice en Rom. 8:31, "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?"

Hechos Cap 26

Hechos 26
26:1 -- Entonces Agripa (ahora Agripa preside) dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo (en tu favor, LBLA) -- Esto no era un juicio en el sentido ordinario, porque al apelar al César, Pablo ya no podía tener ningún juicio oficial en tribunales inferiores. En realidad Pablo podía haber rehusado presentar su defensa delante de Agripa. Festo ya había declarado que Pablo era inocente (25:18, 25), y solamente quería la ayuda de Agripa para la formulación de algún cargo contra Pablo que pudiera presentarse ante la suprema corte romana. Se le concedió a Pablo, pues, que hablara lo que quisiera en su propio favor. Agripa no le estaba acusando ni interrogando, sino que solamente quería oír la defensa de Pablo. Si el testimonio de Pablo hubiera creado dudas en la mente de Agripa (o de Festo), habría habido preguntas, pero su testimonio era muy abierto y muy claro. Como dice Lenski, "Ni Festo ni Agripa hablaron como Cornelio había hablado a Pedro aquí en Cesarea: 'Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado" (10:33).
-- Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó así su defensa: -- 1 Ped. 3:15. La defensa de Pablo era la narración de su conversión a Cristo y, de esa manera, realizó la obra prescrita para él ("llevar mi nombre en presencia de los ... reyes", 9:15). Es semejante al discurso que entregó en Jerusalén sobre las gradas de la fortaleza, pero en esta ocasión suple detalles adicionales. "Su discurso es una obra maestra de noble apologética" (ATR).
Probablemente algunos de los oficiales romanos y judíos se hubieran reunido para divertirse. El caso era excepcional y, por eso, algo interesante. ¿Qué dirá este judío delante de una asamblea tan importante? Después de escuchar la defensa de Pablo, los oyentes se dieron cuenta de que que en lugar de juzgar a Pablo, ellos mismos habían sido juzgados. Posiblemente alguno de ellos habrá dicho, "No me vuelvan a invitar a escuchar a ese prisionero, porque no salí nada divertido".
26:2 -- Me tengo por dichoso (makarios, bienaventurado, Mat. 5:3), oh rey Agripa, de que haya de defenderme hoy delante de ti de todas las cosas de que soy acusado por los judíos. -- "Si hubiera tenido conciencia de culpa, habría tenido temor de ser juzgado en la presencia de un hombre que conocía todos los hechos, pero esta es una marca de una conciencia limpia, de no solamente no retirarse de un juez que tiene conocimiento correcto de las circunstancias, sino también de regocijarse y considerarse a sí mismo dichoso" (Crisóstomo, citado por Knowling).
26:3 -- Mayormente porque tú conoces (eres experto en, LBLA) todas las costumbres y cuestiones (controversias, LBLA; compárese 15:2) que hay entre los judíos; -- Agripa podía entender todo lo que Pablo diría acerca de la ley y los profetas y de todo aspecto de la religión y las sectas de los judíos.
-- por lo cual te ruego que me oigas con paciencia. -- Sin duda Lucas tenía que abreviar los discursos de este libro. Probablemente la defensa de Pablo duró mucho más tiempo que los pocos minutos que se requieren para leer Hechos 26:2-29.
26:4-6 -- Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos; (22:3; Gál. 1:14) los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa ("un verdadero superlativo", ATR) secta de nuestra religión, viví fariseo. Y ahora, por (Lit., en base a) la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio; -- Los padres esperaban la resurrección y mucho más: "Es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna" (Heb. 9:15).
¡Qué situación tan contradictoria! ¡Qué ironía! ¡Un verdadero hijo de Abraham (Gál. 3:27-29) es "llamado a juicio" por haber creído la promesa a Abraham! Cuando Pablo vivió como fariseo en Jerusalén, no le persiguieron por creer esta promesa.
26:7 -- promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, -- Esta era la "designación honorable de la nación en conjunto" (Meyer). Simeón y Ana eran ejemplos de los israelitas fieles que esperaban la promesa (Luc. 2:25, 26; 35-38). Aunque diez tribus se rebelaron contra Roboam, muchos (un remanente fiel) volvieron a Jerusalén. "Acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres" (2 Crón. 11:16). Por eso, Pablo habla de "nuestras doce tribus".
-- sirviendo constantemente (Lit., celosamente, intensamente) a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.
26:8 -- ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos? -- Como dice La Biblia de las Américas, "¿Por qué se considera increíble?" Ahora Pablo dice vosotros; no se dirige solamente a Agripa, sino a todos, porque los saduceos (Mat. 22:23-33) y los gentiles (17:32) se burlaban de la resurrección. A estos Pablo dice, "¿Por qué se considera increíble?" Presentamos evidencia para que otros crean, pero también conviene preguntarles, ¿por qué no creen? Pablo no está hablando de los dioses paganos, sino del Dios Vivo, el Creador del mundo. ¿Por qué no creen que El resucita a los muertos? Lo ha hecho en el pasado, y en el Día Final levantará a todos los muertos.
26:9 -- Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret (2:22; 3:6; 4:10); -- Ahora explica cómo se convirtió (1 Tim. 1:13). El había sido exactamente como los judíos que ahora le persiguen a él. Había tenido el mismo prejuicio contra los cristianos que ellos tenían.
26:10 -- lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos (cuando les perseguía, no hablaba de ellos como santos sino como herejes), habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; -- Pablo no era un perseguidor solamente por su propia cuenta sino un perseguidor oficial, bajo la autoridad y dirección del Sanedrín. Los principales sacerdotes eran saduceos y Pablo era fariseo, pero las dos sectas se unían en su persecución contra la iglesia.
-- y cuando los mataron (Esteban, 8:1, y otros como él, 9:1), yo di mi voto. -- La expresión "di mi voto" (literalmente, eché mi piedra) no debe entenderse en sentido literal sino figurado. Algunos creen que debe entenderse literalmente y, por eso, concluyen que Pablo, como miembro del Sanedrín, dio su voto contra Esteban. Pero esta conclusión no es una inferencia necesaria, sino una conclusión ilógica, porque Pablo tenía mucho contacto con el Sanedrín (7:58-8:3; 9:1 y a través de Hechos) y, sin duda, si hubiera sido miembro, él o Lucas lo habrían mencionado. Según 1 Cor. 7:7, Pablo no estaba casado, pero si se supone que era miembro del Sanedrín, también sería necesario suponer que en ese tiempo estaba casado, y que después llegó a ser viudo. Esto es suponer demasiado, basándose solamente en la frase "di mi voto", cuando lógicamente esta frase se puede entender como "di mi aprobación". El era un perseguidor oficial, autorizado y comisionado por el Sanedrín y, por eso, los miembros del concilio seguramente tomaban en cuenta el pensar de él.
26:11 -- Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas (Mat. 10:17; 23:34; Mar. 13:9) los forcé (obligaba, VHA) a blasfemar; -- La Biblia de las Américas dice, procuraba obligarlos; la Versión Moderna dice, les hacía fuerza para que blasfemasen. Los que creen que Pablo solamente procuraba obligar a los cristianos a blasfemar pero que no podía hacerlo citan 22:4, "Perseguía yo este camino hasta la muerte"; creen que esto indica que, en lugar de blasfemar a Cristo, algunos murieron por su fe. Sin duda muchos murieron en lugar de negar a Cristo, pero el verbo traducido forcé o procuraba obligar es anankazo, "constreñir, ya mediante amenazas, peticiones, fuerza, o persuasión; Cristo 'hizo' entrar a los discípulos en una barca, RV, RVR (RVR77, VHA, V.M., 'obligó'), Mt 14:22; ... el siervo del hombre que preparó una gran cena debía forzar a la gente a entrar; Saulo de Tarso forzaba a los santos a blasfemar ... ; Tito, aunque griego, no fue obligado a circuncidarse, Gá 2:3" (Vine). "Conativo imperfecto de anagkazo ... Este tiempo, como el imperfecto en Mt. 3:14; Lc. 1:59, deja lugar a la esperanza de que Pablo no consiguiera lograr sus fines, porque ya ha dicho antes que llevó a muchos 'hasta la muerte' (22:4)" (ATR). La palabra conativo viene de conato, y significa empeño, esfuerzo. Knowling dice que "el imperfecto lo deja dudoso en cuanto a si el perseguidor tuviera éxito o no en sus esfuerzos. El imperfecto puede ser entendido como conativo, Burton, p. 12, cf. Lucas 1:59, Mat. 3:14. Blass dice que puede tener la fuerza de acción continua, pero aunque sea así, no dice que la compulsión era efectiva". Lenski explica que como el tiempo de este verbo es imperfecto, también lo es el verbo que sigue (perseguí), y que no es consecuente concluir que el primero sea conativo y que el otro sea iterativo (que repite); dice que es posible, pero que sería "muy curioso". Así es que, en realidad, como dice Meyer, la cuestión de si, en realidad, Pablo lograra que algunos cristianos blasfemaran a Cristo no se puede resolver.
-- y (locamente, LBLA) enfurecido (una forma intensiva de mainomai, 26:24; Jn. 10:20; 1 Cor. 14:23; estar encolerizado, no solamente ignorante, 1 Tim. 1:13, sino también "algo loco") sobremanera contra ellos, los perseguí -- La palabra perseguir significa seguir en pos de, como cazador. Perseguía a los cristianos porque creían que eran apóstatas (herejes).
-- hasta en las ciudades extranjeras. -- Ya había ido a otras ciudades extranjeras antes de ir a Damasco. Esto debería convencer al rey Agripa que Pablo había sido aun más severo en su persecución que los judíos que le acusaban, porque ellos se concentraban principalmente en matar a Pablo, pero él había trabajado extensamente para perseguir a todos los cristianos, aun en "las ciudades extranjeras".
Al oír esto, los oyentes debieran de estar pensando, "Si tú perseguías con tanta furia a los cristianos, ¿por qué dejaste de hacerlo? y ¿cómo puedes predicar lo antes destruía?"
26:12-14 -- Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, -- 22:6. Hay detalles nuevos en este discurso (ver. 14), no encontrados en los otros relatos (capítulos 9, 22): "habiendo caído todos nosotros en tierra"; que la voz hablaba en lengua hebrea; y las palabras, "Dura cosa te es dar coces contra el aguijón", (esta frase en 9:5 en la versión RVR60 no es genuina sino una interpolación). Este proverbio no se encuentra en la literatura hebrea, pero es común en la literatura griega y latina.
-- oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: (No explicó este detalle en el cap. 22 porque en esa ocasión él mismo hablaba a la gente en hebreo) Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. -- Este texto enseña claramente que los que persiguen a Cristo y sus seguidores se perjudican a sí mismos. "¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira" (Sal. 2:1-5; véase Hech. 4:25, 26). De hecho le aguijoneaban a Pablo la ley y los profetas que él rehusaba estudiar objetivamente y sin prejuicio. El persistía en los prejuicios de los judíos con respecto al Mesías y su reino (2 Cor. 3:16), y al hacerlo se lastimaba cada vez más. Algunos suponen erróneamente que la conciencia de Saulo ya le estaba molestando, pero esta interpretación contradice lo que él dice en 23:1 y 24:16; no significa que violaba su conciencia, sino que su ignorancia e incredulidad (1 Tim. 1:12) le atormentaban.
26:15-18 -- Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; -- pero no podía caminar sin que alguien le guiara; en este discurso no habla de haber estado ciego por tres días.
-- porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto (Pablo era testigo de la resurrección de Cristo, (1:22; 22:14; 1 Cor. 9:1), y de aquellas en que me apareceré a ti, (18:3; 23:11; 2 Cor. 12:2). -- El testimonio de algunos de los testigos de Cristo les costó su vida; por eso, la palabra testigo, mártus, también significa mártir, "uno que da testimonio mediante su muerte" (Vine) (Apoc. 17:6; LBLA dice testigos).
-- librándote de tu pueblo, y de los gentiles (continuamente el Señor lo hacía, como se ve a través de Hechos), a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, -- "Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos han cerrado, para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane" (28:27). "Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy" (Rom. 11:8). Estos dos textos describen la ceguedad de los judíos. Rom. 1:21 describe la ceguedad de los gentiles: "Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido". "Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Cor. 4:6). Los que abren los ojos son los que están dispuestos a ver su condición espiritual y entender lo que Dios requiere de ellos.
-- para que se conviertan de las tinieblas (la ignorancia, el pecado, la superstición, etc.) a la luz (el conocimiento pleno de Cristo, la luz del mundo, la perfecta Revelación del Padre), y de la potestad de Satanás (2 Cor. 11:14; Efes. 6:12; Col. 2:15; 2 Tes. 2:9) a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. -- Hacía todo esto por medio de la predicación del evangelio.
26:19 -- Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde -- Agripa sabía que todo judío sincero obedecía los mandamientos de Dios. Pablo no fue rebelde cuando Jesús le dijo, "Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer" (9:6), y no era rebelde cuando Ananías le dijo, "Levántate y bautízate, invocando su nombre" (22:16). Creía a Cristo, se arrepintió de sus pecados, y obedeció el mandamiento de bautizarse (2:38). "La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos lo hombres, enseñándonos ... " (Tito 2:11, 12). La gracia de Dios enseñó a Pablo lo que debería hacer, y la gracia no es irresistible; Pablo pudiera haber rechazado el evangelio. Como dijo Esteban a los judíos, "Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo" (7:51).
-- a la visión celestial, -- La palabra visión significa "aquello que es visto" (Vine). Pedro, Jacobo y Juan fueron testigos de la transfiguración de Jesús (Mat. 17:1-5) y "Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos" (ver. 9). El texto paralelo de Lucas 9:32 explica la palabra visión: "Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los varones que estaban con él".
26:20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco (9:20), y Jerusalén (9:29), y por toda la tierra de Judea (11:29, 30), -- No había tiempo para predicar "por toda la tierra de Judea" cuando Pablo fue a Jerusalén la primera vez (9:26), pues su propósito era visitar a Pedro y estuvo solamente unos quince días (Gál. 1:18, 19); tampoco hubo tiempo cuando subió a Jerusalén por causa del problema de los judaizantes (cap. 15); y, por último, fue prendido cuando subió a Jerusalén para entregar la colecta de las iglesias de Macedonia y Acaya para los santos pobres de Jerusalén (21:15; 24:17; Rom. 15:25-27; 1 Cor. 16:1-4). Por lo tanto, la única oportunidad que tenía de predicar "por toda la tierra de Judea" fue cuando él y Bernabé llevaron la ayuda de los discípulos de Antioquía a los hermanos de Judea (11:29, 30).
Este texto es otro que claramente refuta la enseñanza sectaria de que la iglesia de Jerusalén era una iglesia patrocinadora para administrar la ayuda a las iglesias de Judea.
-- y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. -- Mat. 3:8. Esto es precisamente lo que Pablo había hecho (Rom. 2:21).
26:21 -- Por causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. -- 21:31; 9:29; 14:4, 19. Los judíos querían matar a Pablo porque El predicaba (1) que las Escrituras enseñan que el Mesías había de sufrir (17:3); (2) que Jesús de Nazaret era el Mesías que había de venir; (3) que por medio de Cristo y su cruz los judíos podían ser salvos y, de esa manera, demostrar que verdaderamente eran hijos de Abraham (Gál. 3:27-29); y (4) que los gentiles pueden ser salvos y llegar a ser hijos de Dios e hijos de Abraham y gozar de todos los honores y privilegios de hijos, sin llegar a ser judíos por medio de la circuncisión. Por eso, los judíos le aborrecían y querían darle muerte.
26:22, 23 -- Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero (estoy de pie, Fil. 4:1; Efes. 6:13) hasta el día de hoy, -- Pablo estaba consciente de la ayuda de Dios cuando fue apedreado en Listra, cuando fue encarcelado en Filipos, cuando fue llevado ante el tribunal en Corinto, y cuando los judíos alborotaron las ciudades de Tesalónica, Berea, etc. Sin duda recordaba siempre las palabras consoladoras del Señor: "No temas, sino habla, y no calles, porque yo estoy contigo" (18:9, 10) y "Ten ánimo, Pablo" (23:11). "No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Heb. 13:5, 6).
-- dando testimonio a pequeños (ya había predicado a muchos pequeños, 1 Cor. 1:26) y a grandes (Festo, Agripa), no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: Que el Cristo había de padecer, (Lit., sería sujeto a sufrimiento, LBLA, margen) -- Juan habló de Cristo como el Cordero de Dios, de acuerdo con Isa. 53:4, 5, 10, "Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado". "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho ... y ser muerto" (Mat. 16:21). "Declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese" (17:3). La cruz de Cristo era la piedra de tropiezo para los judíos, porque rehusaban aceptar que su Mesías vendría a la tierra para sufrir.
-- y ser el primero de la resurrección de los muertos (1 Cor. 15:20, "primicias de los que durmieron es hecho"; fue "el primero de la resurrección", porque ya no muere más), para anunciar luz al pueblo y a los gentiles. -- Luc. 2:32. Si Cristo no hubiera resucitado, no habría luz (1 Cor. 15:12-19).
26:24 -- Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo (compárese 2:13, "Están llenos de mosto"); las muchas letras te vuelven loco. -- Pablo se dirigía al rey (26:1, 7, 19), pero Festo le escuchaba porque no tenía "cosa cierta que escribir" acerca de Pablo a su "señor" (el emperador). La expresión "estas cosas" se refiere a toda la defensa de Pablo. Pablo había explicado lo que pasó en el camino a Damasco, afirmó la resurrección de Cristo (para Festo "un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo", 25:19), y aun se atrevió a decir que este Jesús resucitó para anunciar luz no solamente a los judíos sino también aun a los gentiles.
Festo tuvo que formular una carta para Roma especificando algún cargo contra Pablo, pero a estas alturas no tenía esperanza de poder hacerlo, y para él "estas cosas" que Pablo decía solamente pudieran proceder de un cerebro enfermo. Cuando Pablo hablaba de estar "locamente enfurecido" (ver. 11) contra los cristianos, Festo creía que era un hombre muy inteligente, pero cuando hablaba de la resurrección de Cristo, etc., pensaba que estaba loco.
"Si Pablo solamente está delirando, si su mente está desequilibrada, eso disculpa a Festo y él puede hacer a un lado todo lo que Pablo dice ... La palabra de Festo no es sincera. Si él realmente hubiera creído que Pablo estaba mentalmente desequilibrado, no le habría gritado, sino que le habría sonreído con compasión ... Si Pablo hubiera estado loco, el caso automáticamente habría terminado a pesar de la apelación de Pablo al César. Ningún gobernador hubiera enviado a un lunático a la corte del emperador" (Lenski).
En esto Pablo compartía el sufrimiento del Maestro, porque también decían que El estaba loco: "Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?" Jn. 10:20.
Festo ya no quería oír más, pero le convenía seguir escuchando, porque todos los gentiles de la asamblea podían darse cuenta de que el Cristo, a quien Pablo predicaba, ofrecía grandes bendiciones a ellos también (26:17, 18, 20, 23).
26:25 -- Mas él dijo (no "a gran voz"): No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. -- El evangelio, la verdad objetiva, no es locura (1 Cor. 1:18), sino la realidad. Son palabras de cordura (prudencia, juicio), porque el evangelio es la sabiduría de Dios (1 Cor. 1:24).
26:26 -- Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien también hablo con toda confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón. -- Jerusalén no es "algún rincón". No era invención de la mente enferma de Pablo sino un asunto tratado ampliamente por el Sanedrín de los judíos, por Herodes, rey de los judíos, y por Poncio Pilato, el gobernador romano.
26:27 -- ¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? -- Si creía a los profetas, la lógica le obligaba a creer lo que Pablo decía. Si rechazara a Pablo, rechazaría a los profetas y eso equivaldría a rechazar el judaísmo. En esta ocasión, ¿quién está juzgando a quién? El rey Agripa debía estar examinando a Pablo pero parece que Pablo lo está examinando a él. Compárese 24:25, no temblaba el prisionero sino el juez.
-- Yo sé que crees. -- Pero no podía decir, "Yo sé que aceptará el evangelio".
26:28 -- Entonces Agripa dijo a Pablo: -- Públicamente Pablo se dirigía a Agripa y, por eso, éste se vio obligado a decir algo. No podía negar lo que Pablo decía. En lugar de pedir a Festo y Agripa por su vida, Pablo hizo el papel de juez al predicarles la palabra de Dios que juzga a todos ahora como también lo hará en el Día Final (Jn. 12:47, 48).
-- Por poco me persuades a ser cristiano (11:26) (en poco tiempo me persuadirás a que me haga cristiano, LBLA; dice el margen: Con un poco). ¿Con un poco qué? ¿con pocas palabras? ¿con poco esfuerzo? ¿en poco tiempo? Quizás el tono de voz y la expresión de la cara del rey hayan dado a entender el significado de estas palabras, pero no estuvimos nosotros para observar tales cosas. "Con poco esfuerzo quisieras hacerme a mí cristiano" (Versión Moderna). "¡Con poco piensas hacerme cristiano!" (Versión Hispanoamericana). "Más probablemente, la idea es "en (o con) pequeño esfuerzo estás tratando de persuadirme a fin de hacerme cristiano" (ATR); él supone que Agripa "Echa la cuestión a un lado con un encogimiento de hombros". Algunos suponen que habló con ironía pero esto no se puede probar, porque es posible que el rey fuera sincero.
Los comentaristas admiten que no es claro el sentido de las palabras usadas por Pablo (en oligoi). Sin embargo, como dice McGarvey, estas palabras del rey Agripa demuestran que él vio muy claramente el propósito del apóstol. Si el rey creía a los profetas (y Pablo dijo, "Yo sé que crees"), entonces el siguiente paso sería creer en Cristo y convertirse en cristiano.
Hech. 11:26 dice que "a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía". Dice Pedro, "si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello" (1 Ped. 4:16). El nombre "cristiano" es muy apropiado para los discípulos de Cristo porque su significado claro es "seguidor de Cristo" (compárese "herodiano").
26:29 -- Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen (25:23), fueseis tales cual yo soy ... Muchos creen que la respuesta de Pablo indica que Agripa era sincero. Pablo sinceramente quería que esos personajes eminentes (y todos) fueran como él, es decir, perdonados y regocijados con la paz de Dios en su corazón y con una esperanza viva pero, desde luego, no quería que estuviesen en cadenas como él. Compárese lo Pablo dice a los hermanos romanos acerca de los judíos (9:3; 10:1). El cristiano verdadero no es indiferente hacia los perdidos, sino que sinceramente desea y anhela su conversión. Posiblemente esto sea el gran defecto en nuestra evangelización, que en lugar de tener la actitud de Pablo, somos movidos principalmente por el sentido de deber y obligación. Los hermanos que son exitosos en la obra personal son los que quieren que sus conocidos sean como ellos, que gocen de esta maravillosa salvación ofrecida por nuestro Señor Jesucristo.
-- excepto estas cadenas! -- Esto indica que durante el discurso Pablo estaba custodiado con cadenas como un criminal, pero la audiencia podía ver claramente que él era un prisionero muy excepcional (ver. 31, 32). El comentario del hermano Boles es muy bueno: Pablo estaba custodiado por cadenas literales pero era un hombre libre en Cristo, mientras que Festo, Agripa, Berenice y los otros funcionarios estaban libres de cadenas literales pero eran esclavizados (encadenados) por el pecado.
Pablo no quería que estos funcionarios estuvieran en cadenas como él. Solamente quería que fueran salvos y él hubiera estado contento de seguir en cadenas y dejarles a ellos sobre sus tronos (Ellicott).
¡Que fueseis tales cual yo soy"! Que todos seamos cristianos como Pablo. Pero muchas cosas lo impiden: sobre todo, el amor a cierto(s) pecado(s); el temor de ser avergonzados o criticados o perseguidos por los del mundo; las tentaciones del mundo; el poder político (como en el caso de Festo y Agripa) etc. Si nosotros dijéramos,"¡Quisiera Dios que todos fuesen como yo ... !" ¿qué añadiríamos? ¿excepto nuestro sufrimiento? ¿excepto las persecuciones contra nosotros? ¿Qué tanto nos cuesta ser cristianos?
Muy pocos hombres eminentes (como Festo y Agripa) se humillan delante del evangelio (1 Cor. 1:26). Después la iglesia llegó a ser popular con los tales, pero esto ocurrió cuando la iglesia había apostatado. Cuando llegó a ser mundana y corrupta, llegó a ser la religión oficial del imperio.
26:30 -- Cuando había dicho estas cosas, se levantó el rey. -- De esta manera el rey Agripa terminó la sesión. No tenía que escuchar más para saber que Pablo era inocente pero, aparte de eso, probablemente ya no quisiera oír más evangelio. De esta manera muchísimas personas "se levantan" para salir y no oír más. A veces "se levantan" para despedirse y a veces despiden al predicador, pero en ambos casos su alma todavía está perdida.
-- Y el gobernador, y Berenice, y los que se habían sentado con ellos. -- Cuando alguno se levanta para no oír más, a veces otros siguen su ejemplo. Algunos se levantan para ir al culto para oír la Palabra, pero entonces al oírla, se levantan para salir sin obedecerla.
En esa ocasión Pablo no falló, sino que fue todo un éxito. El evangelio no falló (Isa. 55:10, 11). El trabajo de enseñar el evangelio puro nunca es en vano (1 Cor. 15:58).
26:31 -- y cuando se retiraron aparte, hablaban entre sí, -- pero no hablaban entre sí acerca del evangelio y de la necesidad de obedecerlo.
-- Diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte ni de prisión (cadenas, LBLA, margen) ha hecho este hombre. -- La última palabra que Pablo pronunció fue cadenas; ahora sus oyentes repiten esta palabra (desmón, cadenas): Ninguna cosa digna de ... cadenas ha hecho este hombre.
Desde el día en que Pablo fue prendido en Jerusalén (Hech. 21:33) después de concluir su tercer viaje, se ha escuchado el testimonio de Lisias (23:29), de Félix (24:1sig.), de Festo (25:26,27) y ahora del rey Agripa, confirmando la inocencia de Pablo. Los otros eran romanos pero ahora tenemos el testimonio de un judío eminente, conocedor del judaísmo. No sabemos si el testimonio de éstos fue presentado al emperador, pero hubiera sido lógico y razonable que se lo presentara. Lucas registra con toda claridad esta evidencia importante para refutar las acusaciones necias contra Pablo y sus compañeros (17:6; 21:28, etc.).
26:32 -- Y Agripa dijo a Festo: Podía este hombre ser puesto en libertad, -- ¿Puesto en libertad? Si lo hubieran puesto en libertad, probablemente los judíos lo habrían asesinado. Sin embargo, el Señor tenía otros planes: le había dicho, "Ten ánimo, Pablo, como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques en Roma" (23:11). Pronto comenzarán el viaje (27:1) y, por fin, se cumplirá el propósito de Pablo de ir a Roma.
-- si no hubiera apelado a César. -- Pero ¿por qué había apelado a César? Porque no había justicia ni en Jerusalén ni en Cesarea. Los judíos eran injustos (aun criminales). En la corte de Festo no había justicia para Pablo (24:26, 27) y este gobernador romano estaba dispuesto a cooperar con los judíos para que Pablo volviera a Jerusalén, lo cual habría resultado en su muerte.
Es posible que la carta enviada por Festo al emperador haya recomendado buen tratamiento de Pablo, porque al llegar a Roma "el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase ... Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento" (28:16, 30, 31).

Hechos Cap 25

Hechos 25
25:1 -- Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de Cesarea a Jerusalén tres días después -- "Esto es, en el día tercero, con un día de reposo entre medio. Precisamente el lenguaje empleado de la resurrección de Jesús 'después de tres días' = 'al tercer día'. Así por uso común tanto entonces como ahora" (ATR). Subió a Jerusalén porque era necesario que los gobernadores romanos tuvieran buenas relaciones con la gente que era gobernada por ellos.
25:2 -- Y los principales sacerdotes y los más influyentes de los judíos ("los ancianos", vers. 15) se presentaron ante él contra Pablo, -- El hombre es conocido no solamente por sus amigos sino también por sus enemigos. La exagerada oposición contra Pablo es clara evidencia de su tremenda influencia.
-- y le rogaron (instaban, LBLA) -- De una vez los judíos le hacían la petición que para ellos era la más urgente de todas. Querían que esto fuera uno de los primeros actos oficiales de Festo (Reese). Festo entendía que por causa de las quejas de los judíos, Félix había sido depuesto, y que para tener buenas relaciones con ellos le convendría concederles su petición. Los judíos querían convencer al juez de que fuera partidario de ellos. ¿Qué clase de juez permitirá que la gente presente su caso contra algún individuo antes de que éste tenga un juicio imparcial?
25:3 -- pidiendo contra él, como gracia (un favor, LBLA) que le hiciese traer a Jerusalén; preparando ellos una celada (emboscada, LBLA, 23:16) para matarle en el camino. -- Pedían un solo favor: como la mujer de Herodes quería la cabeza de Juan estos judíos querían la cabeza de Pablo. Si Festo les hubiera hecho este favor, habría sido muy popular con los oficiales judíos. Probablemente tuvieran mucha esperanza de que se les concediera esta petición, ya que su influencia con Roma había sido lo suficientemente grande como para deponer a Félix.
25:4 -- Pero Festo respondió que Pablo estaba custodiado en Cesarea, adonde él mismo partiría en breve. -- Al decir esto, Festo parecía ser un oficial sabio y firme, pero después mostró su debilidad ante la presión creada por los judíos. Le convenía en ese momento decir a los judíos que Pablo era un ciudadano romano y que, por eso, no debería ser juzgado en Jerusalén sino en Cesarea.
25:5 -- Los que de vosotros puedan (los más influyentes de vosotros, LBLA), dijo, desciendan conmigo, y si hay algún crimen en este hombre, acúsenle. -- Los judíos no dejaban de acusar a Pablo (22:30; 23:30; 24:2, 8, 13; 25:5, 11, 16, 18; 26:2, 7), y él no dejó de imitar a Jesús (1 Ped. 2:21-23).
25:6, 7 -- Y deteniéndose entre ellos no más de ocho o diez días, venido a Cesarea, al siguiente día se sentó en el tribunal, y mandó que fuese traído Pablo. Cuando éste llegó, lo rodearon los judíos (¿para intimidarlo?) que habían venido de Jerusalén (esta vez sin abogado), presentando contra él muchas y graves (pesadas) acusaciones -- Lucas no las narra pero, según la respuesta de Pablo en el siguiente versículo, le acusaban de herejía, sacrilegio y sedición. "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo" (Mat. 5:11).
-- las cuales no podían probar; -- ¡Cuántas personas, aun hermanos en Cristo, creen que al levantar la voz y decir la misma cosa repetidas veces, pueden probar una cosa aunque no sea cierta! No hay nada que pueda substituir la prueba. Los judíos presentaron acusaciones pesadas, pero no presentaron pruebas ni siquiera de las más ligeras.
25:8 -- alegando Pablo en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, -- "Mas tarde, ante Agripa, hará ver que su mensaje apostólico contiene la quintaesencia de la Ley y de los profetas" (Trenchard).
-- ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada. -- Compárese la acusación contra Jesús (Luc. 23:2; Jn. 19:12) y contra Pablo en Tesalónica. Los judíos de Jerusalén hacían este cargo contra Pablo para que Festo le condenara, pero al mismo tiempo querían que lo llevara a Jerusalén, "preparando ellos una emboscada para matarle en el camino" (vers. 3). Obraban contra sí mismos, porque al acusarle de pecar contra el César, inevitablemente tendría que ser juzgado por los romanos.
Festo ya había consentido a los judíos, ya había escuchado sus acusaciones y entendía que las acusaciones no tenían nada que ver con crímenes contra Roma, sino solamente con asuntos de la religión de los judíos. Por lo tanto, le convenía a Festo poner a Pablo en libertad (26:32), pero Pilato, Félix, Festo y otros romanos practicaban una "justicia" diferente entre los judíos, hasta el año 70 d. de J. C. cuando se agotó toda la paciencia de Roma y el general Tito puso sitio a Jerusalén para acabar con el problema judaico.
25:9 -- Pero Festo, queriendo congraciarse con (queriendo hacer un favor a, LBLA) los judíos (24:47), -- Festo no quería congraciarse con el apóstol Pablo, uno de los más importantes hombres del mundo entero, mucho más importante que el emperador de Roma.
-- respondiendo a Pablo dijo: ¿Quieres subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí? -- Esto es lo que los judíos pedían, vers. 3. Esta pregunta de Festo claramente indicaba la inocencia de Pablo, porque si lo hubiera encontrado culpable de los cargos, ¿por qué hablar de subir a Jerusalén? Si Pablo hubiera sido culpable de los cargos, allí mismo en Cesarea Festo lo habría condenado. Ahora pregunta si Pablo quiere subir a Jerusalén pero ¿por qué? Si no quería juzgarle con justicia en Cesarea, mucho menos lo haría en Jerusalén. Pilato, Félix y Festo violaban la justicia romana para aplacar a los judíos. Querían "congraciarse con los judíos" porque tenían miedo de ellos, sabiendo que los judíos eran un pueblo violento, uno de los más violentos del imperio, y que estaban dispuestos a morir por lo que consideraban su causa justa. Tenían temor de ellos porque fácilmente se alborotaban y, para no perder su puesto (o su cabeza), el gobernador tenía que controlarlos. Félix ya había sido depuesto por Roma y Festo le seguiría pronto si no pudiera mantener la paz. Por eso, quería saber si Pablo estuviera dispuesto a olvidar su derecho como romano y volver a Jerusalén para ser juzgado otra vez por los judíos. "Si hablaba en serio, era un acto de contemporización y de vacilación" (JFB).
Festo dijo, "¿Quieres ... ?" porque legalmente no podía entregarle a los judíos. Su pregunta equivalía a otra: ¿Quieres cometer suicidio? Claudio Lisias ya había sacado a Pablo de Jerusalén para evitar una emboscada y lo llevó a Cesarea, protegido por un ejército; entonces, ¿qué esperanza había de que Pablo llegara a Jerusalén con vida?
25:10 -- Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde debo ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún agravio, como tú sabes muy bien (vers. 18, 25) -- Pablo podía hablar con denuedo porque sabía que era inocente. Abiertamente, delante de los judíos a los que Festo quería impresionar, Pablo reprendía la vacilación del gobernador.
25:11 -- Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; -- Pablo respetaba y honraba la ley y reconocía lo justo de la pena de muerte por ciertos crímenes. En su carta a los romanos dice que el gobierno civil "no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo" (Rom. 13:4). Al decir que "no en vano lleva la espada" se refiere a la pena de muerte. Dios es el autor de esta ley: "El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada" (Gén. 9:6).
-- pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. -- A César apelo (28:19). -- El ejemplo de Pablo muestra que el cristiano puede insistir en que se respeten sus derechos. Compárese Jn. 18:23. No había justicia en Jerusalén, ni en Cesarea; por eso, tendría que ir a Roma. Era muy obvio que ni los judíos ni Festo le juzgarían con justicia; por eso, le quedaba solamente la alternativa de apelar a César (la Corte Suprema) para salvar su vida. Con la excepción de los peores criminales -- p. ej., asesinos, piratas, etc. -- todo ciudadano romano que no era juzgado justamente en algún tribunal provincial, tenía el derecho de apelar a César. Como ciudadano romano Pablo aprovechaba ese derecho. No iría a Jerusalén sino a Roma. "Nadie puede", es decir, nadie "'Puede' legalmente. Pablo es un ciudadano romano, y ni siquiera Festo puede hacer un libre don ... de Pablo al Sanedrín" (ATR). Pablo quería ir a Roma (Rom. 1:9-11), pensaba ir a Roma (19:21) y, sobre todo, el Señor le había dicho que testificaría de El en Roma (23:11). Al apelar a Roma, Pablo se libraría de los judíos fanáticos que estaban resueltos a darle muerte y también del gobernador romano cuyo deseo de complacer a los judíos le obligaba a sacrificar la justicia romana.
"'Apelo a César. En lugar de ser entregado a los judíos permita que yo sea entregado a Nerón'. Es un caso duro cuando por causa de los que se llaman la simiente de Abraham, un hijo de Abraham es forzado a apelar a un Nerón, y tenga más seguridad en Roma que en Jerusalén" (Henry). "
25:12 -- Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo (no con judíos, sino con el concilio romano, asesores del gobernador), respondió: A César has apelado; a César irás (19:21; 23:11; Rom. 15:22-28). -- Esto causó un problema serio para Festo, porque este era el primer juicio presidido por él y resultó en la apelación a César. Normalmente los romanos apelaban a César cuando no había justicia en los tribunales provinciales. Por eso, la apelación de Pablo a César no era favorable para Festo, y el asunto se complicaba más porque se requería un cargo formal y hasta ese momento no lo había. Si hubiera puesto a Pablo en libertad cuando se dio cuenta de su inocencia, no habría tenido tantos problemas ahora. Su deseo de congraciarse con los judíos le estaba costando mucho.
25:13 -- Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a Festo. -- Este Agripa era Herodes Agripa II, el último de los Herodes. Gracias a los romanos, era rey sobre Galilea, Perea y otras áreas pequeñas de Palestina. Habiendo sido criado en Roma, era muy leal a Roma. Berenice era hermana de Agripa y también de Drusila, quien era esposa de Félix. "Agripa tenía fama de ser un experto en asuntos concernientes a la religión judía. Entre otras, tenía la facultad de nombrar y destituir a los sumos sacerdotes judíos, y de ahí que haya sido algunas veces llamado, no muy acertadamente, 'la cabeza secular de la iglesia judía'" (Bruce).
25:14-16 -- Y como estuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey la causa de Pablo, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix, respecto al cual, cuando fui a Jerusalén, se me presentaron (acusaciones contra él, LBLA) los principales sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo condenación contra él. (Querían convencerle que Pablo era un hombre muy peligroso, pero véase el vers. 25). A éstos respondí que no es costumbre de los romanos (como si tal vez hubiera sido costumbre de los judíos) entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de la acusación. -- Pero aunque los judíos no podían probar sus acusaciones contra Pablo, Festo no le puso en libertad como la justicia demandaba. Al hablar de la "costumbre de los romanos" este gobernador cobarde hacía burla de la justicia romana. ¿Era costumbre de los romanos detener a alguno aun después de que confrontara a sus acusadores y éstos no pudieran probar ninguna de sus acusaciones? ¿Era costumbre de los romanos de que un oficial (como Félix) custodiara a alguno con la esperanza de que comprara su libertad? ¿Era costumbre de los romanos de que algún oficial (como Festo) menospreciara la justicia para congraciarse con los judíos?
25:17-19 -- Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre. Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba, (compárese 18:12-16; por ejemplo, actos de sedición contra Roma, o crímenes contra el templo de los judíos) sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión (deisidaimonías) -- Esta palabra puede ser traducida superstición o religión, pero como Pablo no la hubiera usado para insultar a los atenienses (17:22), tampoco Festo para insultar al rey Agripa.
-- y de un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba (continuamente) estar vivo. -- Festo ni siquiera entendía la diferencia entre la religión de Pablo y la de los otros judíos. Aprendemos aquí que Pablo había hablado no solamente de la crucifixión de Jesús, sino también de su resurrección. Festo no entendía nada de eso pero, por lo menos, había escuchado la defensa de Pablo. El expresó su indiferencia hacia la muerte y resurrección de Jesús, como si esos eventos tan importantes no le afectaran a él, pero Dios exaltó a Cristo "hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla" (Fil. 2:9, 10). Esto incluye a Festo.
25:20 -- Yo, dudando en cuestión semejante (estando yo perplejo cómo investigar estas cuestiones, LBLA), le pregunté si quería ir a Jerusalén y allá ser juzgado de estas cosas (aquí ni siquiera agrega "delante de mí", vers. 9). -- Lucas explica la razón verdadera de su pregunta: quería congraciarse con los judíos (vers. 9), pero un verdadero juez romano hubiera hecho como Galión quien "los echó del tribunal" (18:16). Al decir que él estaba perplejo cómo investigar estas cuestiones, tal vez quisiera justificarse o disculparse por no haber puesto en libertad a Pablo.
25:21 -- Mas como Pablo apeló para que se le reservase para el conocimiento de Augusto, mandé que le custodiasen hasta que le enviara yo a César. -- Augusto no era un nombre propio sino un título de los emperadores que indicaba divinidad.
25:22 -- Entonces Agripa dijo a Festo: Yo también quisiera oír a ese hombre. -- Agripa ya sabía bastante acerca del Camino (26:26). Su bisabuelo era el que trató de matar a Jesús; su tío mató a Juan y juzgó a Jesús; su padre mató a Jacobo y quería matar a Pedro.
-- Y él le dijo: Mañana le oirás. "Este deseo de Agripa hizo posible la ocasión para la defensa más noble que jamás se haya oído delante de cualquier tribunal, y para una elocuencia tan espléndida como la que se pueda encontrar en cualquier idioma. Véase el cap. 26" (Barnes).
25:23 -- Al otro día, viniendo Agripa y Berenice con mucha pompa (¿no recordaron lo que le había costado el orgullo de su padre? 12:23), y entrando en la audiencia con los tribunos y principales hombres de la ciudad, por mandato de Festo fue traído Pablo. -- Lucas no suple más detalles de este grupo pero, como dice Barclay, "Seguramente estaban revestidos con los mantos reales de púrpura y llevaban sobre sus cabezas las coronas de oro. Sin duda alguna, para la ocasión Festo habría vestido la túnica escarlata que todo gobernador lucía en ocasiones de ese tipo. El séquito de Agripa debió haber estado cercano, como así también las figuras judías de más influencia. Cerca de Festo estarían los capitanes que comandaban las cinco cohortes apostadas en Cesarea; y en el fondo debía haber una sólida falange de legionarios romanos de gran estatura, como guardia ceremonial".
Jesús había dicho a sus apóstoles que "Aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles" (Mat. 10:18). Dijo a Ananías acerca de Saulo de Tarso, "Instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel" (9:15). Ahora se cumplen esas profecías.
"La providencia divina ordenaba estas circunstancias para que el embajador del Cielo pudiese dar su mensaje y testimonio ante un auditorio compuesto de la aristocracia de Palestina de la época. Aquí su testimonio como 'embajador en cadenas' llega a su culminación en lo que se refiere a Palestina" (Trenchard).
25:24 -- Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros, aquí tenéis a este hombre, respecto del cual toda la multitud de los judíos me ha demandado en Jerusalén y aquí, (parece que los judíos de Cesarea tomaban parte en el asunto) dando voces que no debe vivir más. -- Los judíos "influyentes" le habían convencido que todos los judíos decían que Pablo debía morir. No tomaron en cuenta los muchos judíos cristianos.
25:25 -- Pero yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y como él mismo apeló a Augusto, he determinado enviarle a él. -- Vers. 18. Si Festo había hallado que "ninguna cosa digna de muerte ha hecho", ¿por qué le preguntó si quería ir a Jerusalén?
Aquí está otro de los varios oficiales romanos que testificaban que Pablo era inocente.
25:26 -- Como no tengo cosa cierta (definida, LBLA; nada en concreto) que escribir a mi señor (otro título del emperador), -- "Todas las acusaciones del Sanedrín se desvanecieron o tropezaron con Pablo. Festo confiesa aquí que no le quedaba nada, y por ello se traiciona a sí mismo como culpable de una burda insinceridad en su proposición a Pablo en el versículo 9 acerca de ir a Jerusalén. Por su propia declaración tenía que haber liberado a Pablo" (ATR).
-- le he traído ante vosotros, y mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que después de examinarle (de que se le interrogue, LBLA) tenga yo qué escribir. -- No era, pues, un juicio, sino solamente una oportunidad para que el rey Agripa escuchara la defensa de Pablo con el propósito de ayudar a Festo a formular un cargo oficial contra Pablo.
25:27 -- Porque me parece fuera de razón (absurdo, LBLA) enviar un preso, y no informar de los cargos que haya en su contra. -- Probablemente Pablo sería el primer preso que llegaría a Roma para apelar a la corte suprema del imperio sin que hubiera cargo formal contra él. Festo entendía que todas las acusaciones de los judíos eran simplemente una disputa religiosa, pero estaba resuelto a fabricar una acusación contra Pablo de algún crimen contra Roma, para que el caso no pareciera absurdo ante los ojos del emperador.